El titular de la noticia es jugoso, si tenemos en cuenta que se publicaba en septiembre de 1900.
Decía la noticia que el maravilloso tren alcanzaba una velocidad de 370 km/h y era movido por electricidad sobre un solo carril puesto en una estructura elevada. Constaba de un solo coche con forma de torpedo, con unas dimensiones de 18,80 metros de largo, 1,22 metros de ancho y 2,15 metros de alto. El convoy estaba compuesto por varios coches en línea pero sin enganche, separados por intervalos de un minuto entre uno y otro. Un freno magnético hacía posible detener un coche en un espacio no mayor de 12 metros. Cada coche se dividía en doce departamentos para cuatro viajeros cada uno; construidos en aluminio y forrados de amianto.
Desde 1890 se estudiaba y mejoraba este prototipo inventado por Lina Beecher, del que ya operaba uno en Ontario (Canadá) cuatro meses al año, durante la estación del veraneo.
El Estado de Nueva Jersey había otorgado concesión para una primera línea grande que se construiría con el sistema Beecher y realizaría el trayecto Philadelphia a Atlantic City.
Sobre el sistema Beecher decía su creador:
"Una de las cosas más importantes de mi sistema es la imposibilidad de que los coches descarrilen o se caigan de la vía. Las ruedas de tracción son cuatro en cada coche y encajan perfectamente dentro del carril. El freno magnético, cuando se le aplica, coge el carril con una fuerza asombrosa.
El carril está fijo por medio de un solo remache de acero que pasa por su centro. He conseguido la seguridad contra descarrilamientos empleando ocho ruedas que hacen de guías: bajan desde el fondo de los coches hasta el fondo de las traviesas donde hay dos carriles, destinados, uno para tomar la corriente eléctrica por medio de un cable aislado, y el otro para llevársela."
En realidad, el capitán Lina Beecher no era otro que el inventor de la primera Flip Flap Railway (montaña rusa en bucle) de Estados Unidos (1888?).
“Flip Flap”, the first American looping roller coaster.
New York Museum of Transportation, © 2013
Además, había inventado el primer teléfono portátil cuya patente vendió a la Compañía Bell.
Por su parte, el iluso periodista que narraba esta noticia, aseguraba:
Quizá de forma premonitora, añadía:"Aun cuando las promesas de Beecher respeto á velocidades de 370 kilómetros por hora no se realicen sino en la parte á que se ha comprometido la compañía concesionaria, ósea á velocidades de 166 kilómetros por hora, el progreso será inmenso, pues todavía permitiría ir de Madrid á San Sebastián en 3 horas y 20 minutos, de Madrid á Barcelona en 4 horas y cuarto, y de Madrid á Zaragoza en dos horas y 3 minutos."
"Pero esas adaptaciones son tan ingeniósas que el día lejanísimo que este nuavo sistema de trenes se establezca en España, dentro de medio siglo, como lo estará dentro de pocos meses en los Estados Unidos, podremos ir de Madrid ó San Sebastián ó á la frontera en hora y media, ó Zaragoza en menos de una hora y á Barcelona en bastante menos de dos horas."
Menos mal que, como dice el padre del autor de este blog, "apareció un «TAL GOicoechea» que inventó el TALGO". (Humoradas madrileñas que se decían en los años 40 y 50 del pasado siglo).
En realidad las siglas "TALGO" corresponden a Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol, por Alejandro Goicoechea (inventor), y por José Luis Oriol Urigüen (financiero benefactor).
Lo que ocurrió después también es historia...
Bibliografía
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© 2015 Eduardo Valero García - HUM 015-007 RECUPAPELISSN 2444-1325