De miradas y otras estupideces

Por Gatadormida

“Ojos en cada poro de tu piel”

Todos nos hemos sentido en mas de una ocasión un hombre o mujer “objeto”, teniendo en cuenta que las hormonas siempre se encuentran volando a tu alrededor, eso siempre tiene sentido, y más aún cuando el calor está en su mayor apogeo en pleno verano Pero… ¿Dónde se esconde el deleite de mirar a la otra persona? Muchas veces me encuentro observando a un hombre que mira a su vez a todas las féminas que pasa, y yo me pregunto ¿eso es placer? Mas bien eso provocaría todo lo contrario, porque ninguna de ellas es para él, ni tan siquiera le prestan atención al pasar delante suyo. Lo cual provocaría el hecho de que pensara: “cuantas mujeres y ninguna se fija en mí, ni tan siquiera me mira”.

Debo confesar que alguna vez ha pasado delante de mí un hombre que te deja sin respiración, pero debido a mi carácter tímido, yo suelo cambiar la mirada aunque por dentro esté a mil por hora. Porque claro… Pasar tanto tiempo mirando a alguien que jamás podrá estar contigo, hace que pierdas tu tiempo y no tenga ningún sentido. Tal vez una fantasía, eso puede ser. Pero una fantasía que no se puede hacer realidad… ¿Entonces donde está la gracia? Solo sirve para acalorarte aún más y no terminar lo empezado. Aunque claro, el poder de la mente hace mucho. El caso es que últimamente me encuentro a más salidos que de costumbre, y en cuanto se acercan a mí en alguna parada de autobús o andando mas cerca de mí de lo permitido, yo me alejo sin más. Puede que para ellos sea un instante de fantasía o quieran entablar conversación para hacerla realidad, pero francamente en estos casos diría que se guardaran sus pistolas y sus aires de gallito porque no conseguirán nada conmigo.

Esto también se aplica a las mujeres, que hay muchas féminas que se relamen en mas de una ocasión… Conclusión: “todos miramos sin quererlo, algunos simplemente fantasean y otros deciden probar suerte”. Esa es otra de las reacciones de la propia atracción.