De mundos paralelos

Por Francisco Enrique Perez Ruiz-Poveda @PATXIPE

¿Crees en los mundos paralelos? Yo, sí.

Esta mañana de sábado, Afgano, mi bichón frisé me ha sacado a pasear, temprano, a las siete y media, y durante la caminata, al pasar al lado del apeadero del tren, una unidad de Renfe se iba, y ha dejado a una decena de jóvenes. Indudablemente había una desconexión entre ellos y los demás. Estábamos en días diferentes, y  ellos todavía en viernes, y me he planteado si del mismo mes y año al ver lo liviano de su ropa. Afgano y yo nos hemos mirado ante lo absurdo del momento. Él enseguida se ha rehecho y no ha perdido el tiempo ante un árbol de buen ver. Lo dicho, los mundos paralelos existen.
También hay un mundo paralelo entre el actual gobierno del P.P. y la gran mayoría de los españoles. Este vecino del mundo no es ningún analista político, pero está claro que el actual gabinete está convencido de vivir sus últimos momentos, algunos dirán que de mangoneo, o de “mamoneo”. ¿El por qué de esa opinión?
A Don Mariano Rajoy, porque lo cortés no quita lo valiente, le está faltando tiempo para “decorar” su pisito, que es España, a su manera, y al que venga después le costará más ponerlo otra vez como estaba, o de otra manera, y seguiremos gastando. Solo así se puede comprender la rapidez para la aprobación del real decreto que va a reorganizar la duración de las carreras universitarias, reduciendo los grados a tres años.
Una vez más el Señor Werttoma a los españoles por tontos, queriendo destacar "el importante ahorro que provocará en las familias la reducción de algunas carreras universitarias de cuatro a tres años”. Obviando el hecho de que si los grados se acortan en un año, los másteres aumentan en otro. Y ahí es precisamente donde está el truco de más gasto y sangría para las familias, las que puedan. Cada vez España es un coto más cerrado a las familias con recursos y a crear mundos paralelos pero desnivelados.
Lo dicho, diferentes mundos, que todos están en éste, y con la terrible certeza de que todos los pagamos nosotros. Como el pisito de la España que no se cansa de redecorar un gobierno, y un partido, en clara huida hacia adelante.
Estamos en mundos paralelos con un gobierno para lelos.  Y le vuelvo a mirar a Afgano, y no sé por qué le veo dentro de un cartel a Presidente del Gobierno, y no creo que lo haría peor. Al menos tendría, como en el famoso libro, más sentido y sensibilidad. Triste pero cierto.*FOTO: DE LA RED