Conocí a Sigrid en la Escuela de Actores de Canarias, en la que cursé dos años de formación reglada. Ella y algunos de mis compañeros terminaron la carrera tras mucho esfuerzo y sacrificio. Es un proceso de formación muy exigente y que requiere de todo tu tiempo durante esos cuatro intensos años. Luego, en algún momento que no recuerdo, nació Macarroni. Esta payasita fue a formarse a centros especializados en payasos de hospital. Porque trabajar con personas hospitalizadas, ya sean niños o adultos, requiere de una formación específica. No quiero pensar en los estropicios que un mal payaso puede provocar en una persona expuesta… Tras mucho trabajo, inversión y aprendizaje, se formó la plataforma “De narices, payasos de hospital” que trabaja fundamentalmente en Canarias regalando sonrisas a quienes lo necesitan. Pero, como dicen en su web, “Somos más que dibujar sonrisas”. Son profesionales. Saben qué hacer en cada momento. Tienen experiencia. Y es un trabajo maravilloso y durísimo a la vez. Yo les he hablado de Sigrid-Macarroni porque es a quien conozco, pero me consta que está rodeada de magníficos payasos y payasas. Ya saben: si necesitan saber más sobre este trabajo de auténticos profesionales, visiten sus redes sociales o su web. Se enamorarán.