De nazis daneses y héroes españoles

Publicado el 14 mayo 2014 por Vigilis @vigilis

Quien dice que todo lo que viene de Europa es mejor de lo que tenemos en los pueblos de la meseta (esos pueblos que se ven a los lados de la carretera o de las vías del tren y que suelen tener un campanario en el medio. Lugares misteriosos que parecen decorados de Juego de Tronos), es que o viaja poco o es un inconsciente.

La frontera de la UE en el norte de Chipre está vigilada por cascos azules de los que no tienen cólera, porque todavía hay clases. Los del cólera son los que se envían a Haití, porque ¿a quién diablos le importa Haití?

Según el mito de Europa, hay pocas ciudades "más europeas" que Copenhague y pocos países "más europeos" que Dinamarca. Rincón del mundo y apéndice de Alemania en el que la gente recicla el vidrio y va a trabajar en bicicleta. Sí, a muchos nos gustan varias cosas de esos lugares fríos, oscuros y alejados del Camino de Santiago. Pero que nos guste algo de un sitio no significa que lo prefiramos al sitio donde actualmente guardamos nuestras cosas.
Recientemente tuvo lugar en Copenhague el festival de Eurovisión. Este concurso de televisión consiste en una serie de espectáculos donde algunos concursantes cantan o actúan en representación de su país y gente de otros países les vota. El mismo día del festival, se concentraba en las calles de la ciudad el Frente Nacional Danés, organización nazi compuesta por gays encerrados en armarios, gente con baja autoestima, zascandiles y psicópatas varios. Los nazis de todas partes son iguales, se llamen Frente Nacional Danés, Rusia Unida o Boko Haram. En esta ocasión protestaban contra una mezquita, cosa que sorprende en un nazi.

El típico nazi danés pidiendo un taxi. Está gordo como una nutra: demasiadas pastas de mantequilla.

El caso es que se lió un poquito con el resultado de docenas de heridos y detenidos. Cuando los nazis iban a tocar algo de Mónica Naranjo en una plaza, comenzaron a aparecer grupos de antifascistas (lol) a lanzarles botellas. Hay gente que no tiene mejor cosa que hacer que aporrearse en plena calle. La policía danesa apareció finalmente para acabar de arreglar el asunto. Bonita estampa para un fin de semana en el que la capital danesa recibía muchos turistas.

Supongo que en la anterior merendola nazi hubo una epidemia de piojos.

Ciertamente, por lo que acabo de ver en Wikipedia en treinta segundos, parece que en Dinamarca los nazis no tienen mucho éxito y es bueno que así sea. Teniendo esto presente, a mi me preocupan los lugares donde "nunca pasa nada". El principal debate político hoy en Dinamarca consiste en si la primera ministra gasta mucho en ropa o no. Yo no sé si esto quiere decir que están listos para la conquista o si finalmente han alcanzado la cumbre de la pirámide de Maslow para los países. Lo que sé es que algo va muy mal en Dinamarca como atestigua un recientemente retirado anuncio del Parlamento llamando al voto en las elecciones europeas:
En este anuncio tuvieron la graciosísima idea de llamar al voto usando a un graciosísimo personaje llamado "Votoman". A este personaje se le ve recibiendo una felación por parte de varias mujeres cuando llega el día de las elecciones, ahí las aparta de un manotazo y montado en sus delfines llega a un pueblo danés donde empieza a repartir ostias a la gente que no va a votar. Hay algo profundamente malvado y enfermo en todo esto. El anuncio —pagado por el parlamento danés— pasó las cribas necesarias y recibió luz verde para ser usado como llamada al voto (en concreto al voto joven, porque los jóvenes en Dinamarca deben de ser imbéciles irrecuperables, supongo). El vídeo, una vez subido a Internet, levantó "cierta polémica" y finalmente fue retirado.
Hay que repasar los estereotipos que tenemos sobre las nacionalidades. Lo de que cuando un español va a Dinamarca o a Suecia y que su situación en la pirámide trófica social sólo sea un poquito mejor que la del turco o el sirio, es algo que no habla mal de los españoles, sino de esos lúgubres rincones del mundo. Y curiosamente contra lo que se piensa por asumir la Leyenda Negra, son los españoles gente que puede ir sin agachar la cabeza en cuestiones de tolerancia hacia los homosexuales y hacia "otras razas".
Pero no dejo ahí la cosa. Una encuesta de ámbito europeo sobre violencia contra la mujer, demuestra que España es uno de los países europeos con menor índice de este tipo de violencia.

Encuesta 2014 de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE.

Es decir, cuando miramos al norte de Europa porque tenemos el desempleo tercermundista que tenemos, ciertamente es para echarse a llorar. En eso sí hay que ser más europeos (quiero decir: aproximarnos estadísticamente a los resultados de las encuestas de población activa de esos países). Pero cuando miramos los invisibles lazos que soportan a una comunidad humana y procuran que no dé peniña, ahí ya lo de ser "más Europa", como que no.
Claro, el problema es que la gente no conoce los datos. Aquí la gente se siente orgullosa de su país por los éxitos deportivos (hosteleros) de un par de docenas de atletas (cocineros) de alto nivel. Y fuera del deporte (y de la cocina), en lo "serio", que es el paro, el PIB y el salario mínimo, como que ahí somos unos mierder. Ok, la complacencia es enemiga del mejorar, pero al menos, cuando nos vendan "más Europa", que nos digan que una danesa tiene tres veces más posibilidades de que le inflen la cara a ostias que una española.
Pero decir estas cosas no está bien visto. Ya se sabe: "si habla mal de España, es español". Perdemos tanto los calzones por tener puntos de referencia encumbrados por la publicidad, que perdemos de vista donde están los auténticos modelos a seguir. Que no critico al Can Roca ni a Nadal: son fueras de serie en lo que hacen (y no conozco ningún restaurante danés de fama mundial ni ningún tenista danés número uno). Pero qué queréis que os diga: algunos todavía recordamos a esos tres policías nacionales que dieron su vida en la playa del Orzán al tratar de salvar a un estudiante borracho que jugó demasiado cerca de las traicioneras olas una noche de tormenta. Se lanzaron hacia las olas y de eso sí que podemos estar orgullosos. Evidentemente, al cabo de unos días aparecieron los listos de siempre diciendo que si la formación de los policías no era la correcta, etc. Se lanzaron hacia las embravecidas olas para rescatar a un fulano. Los modelos a seguir están más cerca de lo que pensamos, lo que hace falta es dejar de ser unos paletos.