Pero dejemos los términos y acepciones y vayamos al grano y el grano no es otro que un enorme forúnculo infecto que es el Partido Popular.
Por mucho que revise las declaraciones que ha hecho y hace Esperanza Aguirre, llamando de todo a los que pretenden gobernar para los ciudadanos, el verdadero populismo es el de Aguirre que se va creciendo ante la estupefacción de un Rajoy que ya no sabe qué hacer con ese grano lleno de pus que tiene un día sí y otro también con los imputados que salen a doquier extendiendo el suelo patrio.
El jefe de los populares, al parecer no se entera de nada o como mucho se entera por la prensa de todos los desaguisados perpetrados por los imputados diarios que salen a la palestra.
Esto de las comisiones para arramplar según el negocio que se presente, viene nada más y nada menos que de aquella frase que ya es famosa en la larga historia de la picaresca española: ¿qué hay de lo mío?
Con un 3, 5 o 10 % de lo conseguido ( y a veces más), menuda fiesta que lleva esto se se llama democracia.
¡Menuda democracia!
¿Cuánto llevan robado? ¿Cuántas manos han metido en la caja pública, que llenamos todos los españolitos de a pie con nuestros impuestos?
A lo largo de todos estos años transcurridos de transición a la democracia, habrá que poner el contador a cero de nuevo para hacer otra transición y empezar de nuevo el populismo.