De nuevo en el alféizar

Publicado el 22 febrero 2012 por Helenamadox

Después de días, horas y eternos siglos, después de idas, venidas y perpetuas esperas, después de mañanas, tardes y silenciosas noches, decidió volver a sentarse en el deseado alféizar,decidió sentirsede nuevo viva.
Lentamente deslizó su cuerpo hasta sentarse a horcajadassobre el alféizar,hasta sentirlo firme, sólido y vertiginoso, inhiesto y peligroso, ansiado y solícito, por fin bajo sus trémulas nalgas. No lo había pensado, nada había valorado, ni sopesado, ni evaluado, ni meditado, ni planificado, sólo había deseado sentarse de nuevo en el filo del precipicio.
Con el alma abandonada, agarrada con firmeza al marco, clavó las uñas hasta hacer sangrar la madera, cerró los ojos hasta escuchar el jadeo del viento en la cara, se olvidó del mundo hasta sentir la húmeda caricia de una lengua de cielo.
¡Era tan bella la tarde desde su alféizar! No se veían humos ni nieblas, no se olían heces ni orines, no se oían gritos ni reproches. Tampoco se distinguían arrugas ni muecas ni hastíos ni anclas ni sermones ni las afiladas agujas del tedio.
¡Era tan bella la tarde desde su alféizar!Actualidad política y social. Una visión crítica de la economía la actividad política y los medios de comunicación.