Aunque es cierto que siempre ha habido islas de grava en el río, hoy en día hay una diferencia significativa con aquellos tiempos. La construcción de presas en el río lo ha compartimentalizado de tal modo que cuando hoy nos asomamos río Ebro, vemos un río nuevo, el río Ebro versión 3.0. El río que vieron los romanos era diferente al que podemos contemplar hoy. De hecho los romanos se enfrentaron a un río que discurría por un valle con más cobertura vegetal y que arrastraba menor cantidad de sedimento de modo que no existía todavía el delta del Ebro, o era tan incipiente que no se percibía. Ese era el Ebro que en el dibujo se corresponde con la parte superior, un río con un nacimiento y una pendiente hasta el mar, lugar de sedimentación final. La deforestación y roturación, favorecieron que mayor cantidad de sedimento llegase al río y después al mar. En la época árabe el delta era pequeño pero ya se adentraba algunos kilómetros en el mar. El Delta acelera su crecimiento hasta las dimensiones que podemos contemplar hoy a partir del siglo XV. El Ebro llevaba mayor cantidad de sedimento pero era todavía un sistema continuo. Ese era el Ebro 2.0.
Aunque es cierto que siempre ha habido islas de grava en el río, hoy en día hay una diferencia significativa con aquellos tiempos. La construcción de presas en el río lo ha compartimentalizado de tal modo que cuando hoy nos asomamos río Ebro, vemos un río nuevo, el río Ebro versión 3.0. El río que vieron los romanos era diferente al que podemos contemplar hoy. De hecho los romanos se enfrentaron a un río que discurría por un valle con más cobertura vegetal y que arrastraba menor cantidad de sedimento de modo que no existía todavía el delta del Ebro, o era tan incipiente que no se percibía. Ese era el Ebro que en el dibujo se corresponde con la parte superior, un río con un nacimiento y una pendiente hasta el mar, lugar de sedimentación final. La deforestación y roturación, favorecieron que mayor cantidad de sedimento llegase al río y después al mar. En la época árabe el delta era pequeño pero ya se adentraba algunos kilómetros en el mar. El Delta acelera su crecimiento hasta las dimensiones que podemos contemplar hoy a partir del siglo XV. El Ebro llevaba mayor cantidad de sedimento pero era todavía un sistema continuo. Ese era el Ebro 2.0.