"Arrow" está basada en los personajes publicados por DC Comics. Oliver Queen (Stephen Amell, rival profesional de Thomas Jane en la última temporada de "Hung" y que muestra muy bien su cuerpo pero que no le queremos en plan intenso) es un multimillonario que fue dado por muerto hace cinco años tras sufrir un accidente marítimo en el que fallecieron su padre, un amigo de su padre y Sarah, la hermana de su novia y con la que estaba manteniendo un affaire. Cuando es encontrado vivo en una isla, ya no es el mismo; estos cinco años en soledad le han pasado factura y, aunque le atormentan los recuerdos, ha salido de ellos convertido en una especie de súper héroe. De vuelta a la vida ha de hacer frente a la nueva situación familiar en la que su madre (Susanna Thompson) se ha casado con Walter (Colin Salmon), uno de los compañeros de su padre; y su hermana pequeña (Willa Holland) ya no es la niña de 12 años a la que siempre tuvo en mente. También se encuentra con Dinah (Katie Cassidy), la que era su novia y que trabaja como abogada. Tommy (Colin Donnell), su mejor amigo, es el encargado de ponerle al día (el primer presidente negro, el final de "Lost" o el fenómeno "Crepúsculo" entre otras cosas) y de organizar su fiesta de vuelta a la vida. Él es testigo, además, de la primera aparición del alter ego de Oliver ("Si yo fuese tú, simplemente estaría contento de seguir vivo"). John (David Ramsey) se convierte el encargado de la seguridad de Oliver y Quentin Lance (Paul Blackthorne) es el detective encargado de seguirle la pista. Sin olvidarnos de que es el padre de Saray y Dinah y que, por supuesto, responsabiliza a Oliver de la muerte de su hija.
¿Y dónde está la trama aquí? En la venganza que Oliver va a llevar sobre aquellos a los que repsonsabiliza de la muerte de su padre. Oliver, esta es Emanda. Emanda, este es Oliver. Amáos. Querido Oliver: empieza dentro de tu casa, que tu querida madre quiere conocer todo lo que sabes. Así que apúntala en tu agenda. El Piloto cumple con lo esperado, y de hecho, podríamos decir que no nos encontramos ante la clásica serie Made in CW: tiene a Stephen Amell y sus abdominales como principal reclamo, vale, pero no estamos ante un "drama" adolescente.
"Nashville" viene a ser "Country Strong" hecha serie. Rayna Jaymes (Connie Britton, que ejerce además de "Producer") es una estrella del country en horas bajas. Lleva 20 años en el mundo de la música y, si bien al comienzo de su carrera le bautizaron como "el futuro del country", su situación actual no es nada prometedora. Juliette Barnes (Hayden Panettiere) es la nueva estrella, y la discográfica pretende que Rayna una su gira a la de Juliette y actúe en ella como su telonera. Por supuesto, ambas estrellas se odian. Pero no es el único problema de Rayna: su padre (Powers Boothe) es el actual alcalde de la ciudad y pretende convertir a su yerno (Eric Close) en su sucesor. Esto no sería un problema si no fuese porque padre e hija se detestan. De momento, ya les tenemos haciendo campaña y a Rayna rechazando el plan propuesto por la discográfica. Por su parte, Juliette, una zorra del country que consigue canciones (Burgess Jenkins) y guitarristas (Charles Esten) a base de sexo, tiene que lidiar con una madre drogadicta que sólo le llama para pedirle dinero. Lo del personaje de Esten no sería mayor problema si no fuese porque lleva siendo el guitarrista de Rayna toda la vida, con la que en algún momento de sus vidas tuvo una relación más allá de lo profesional. Lo que parece claro es que la salvación musical de Rayna son Scarlett (Clare Bowen) y Gunnar (Sam Palladio).
El Piloto de "Nashville" me bustó bastante tirando a mucho. Confiemos en que sea el estreno estrella para su cadena y que no tenga que sufrir por sus audiencias en próximas semanas. Vamos a disfrutar sufriendo con Rayna (#TeamConnie) y odiando a la señorita Panettiere.