De nuevos santos y nuevos animales

Por Santos

Abejas: San Marontius (su madre consultó S. Amando, sobre el destino de su hijo. Oyendo misa, una abeja entró por la ventana y dio tres vueltas sobre Marontius, por lo que amando vio una señal y lo destinó a la vida religiosa), Santa Cristina de Bretaña (siendo niña adornaba los altares de la iglesia de su tío San Herve. Todos los sábados cuando cambiaba las flores acudían las abejas, que zumbaban haciendo música como alabanza), San Panteno (solo porque San Clemente de Alejandría, su maestro, lo llama "la abeja de Sicilia," por la miel que se extraía de sus obras, y, claro, porque era siciliano), Santa Bega (simplemente por el nombre, Bega o Bee, o sea, abeja).

Águila: Santa Prisca (un águila defendió su cuerpo de los perros, hasta que los cristianos la enterraron), San Bertulfo (una lo protegió con sus alas de un aguacero, mientras daba pan a los pobres), San Sabino de Canosa (en la procesión para la consagración de la iglesia de San Miguel de Monte Gargano, el sol quemaba con ardor, el santo imploró ayuda y una gran águila llegó se puso entre los viajeros y el sol, haciendo sombra todo el camino).

Anguila: San Wilfrido de York (en Bosham, donde la gente se moría de hambre, hizo oración, obtuvo la lluvia e hizo que los hombres pescaran cientos de anguilas que aparecieron milagrosamente).

Ballena: San Otón de Bamberg (un sacerdote pagano mandó le alancearan por predicar contra sus dioses, en eso, una ballena quedó varada en la costa, lo que fue visto como un signo de bendición de Dios y la santidad de Otón por aceptar el cristianismo), Beato Ignacio de Acevedo (yendo a Río de Janeiro en barca, un pez enorme, tenido por ballena, se abalanzó contra la barca, el santo le hizo la señal de la cruz y el pez se hundió).

Basilisco: San León IV (cantando salmos y portando imágenes sagradas, hizo huir a uno que vivía bajo suelo de la iglesia de Santa Lucía en Roma, que mataba con su alieto venenoso y convertía en piedra a quien lo mirase. Esto ni Spielberg...)

Buey: San Wolfang de Ratisbona, San Valentín de Passau, Santa Trofimena (un par de bueyes llevaban en un carro su cadáver desde el mar, donde había sido arrojado, y se detuvieron en Patti, sin moverse, por lo que las reliquias se quedaron allí), San Quirino (fue arrastrado por bueyes hasta el lugar su martirio final, donde fue decapitado).

Búho: Santa Judith (un chiquillo agarró una lechuza, y por hacer una travesura, se puso el pájaro en la cabeza, se envolvió en una capa larga y entró en la celda de Judith, que gritó viendolo como el diablo. El joven se echó a reír, pero ella arrojó la lechuza al fuego, que se quemó, pero salió volando y ululando. Ante el olor, Judith le dijo al niño: "No hay equivocación, el olor es sin duda el del diablo.")

Caballo: San Herme de Mesia (sacó el diablo que había poseído el caballo desbocado de una mujer, salvándola de la muerte junto a su hijo), San Isidoro de Sevilla (en alegorías como extirpador de la herejía y los infieles en España(!))

Cabra: San Cuby de Cornualles (el príncipe Gwynedd perseguía una cabra, que se refugió en la ermita del santo, por más que la obligaba a marcharse, la cabra siempre volvía. El prícipe, impresionado le donó tierra para su monasterio).

Ciervo: San Marcos de Lucera (iba acompañado de dos diáconos por un bosque; uno de ellos, llamado Aristóteles, cayó desfallecido de hambre, Marcos se adentró en el bosque y volvió con una cierva, que se dejó ordeñar para alimentar al diácono),

Cigüeña: San Godofredo de Amiens (a los cinco años, en su monasterio, pretendió derribar un nido de cigueñas en el claustro y la madre le picoteó los ojos, pero haciéndole la señal de la cruz el pájaro retrocedió y el santo sanó su vista), San Columba de Iona (tuvo compasión de una pobre cigueña cansada, que volaba hacia Irlanda, tierra natal del santo. La cosa es que tres días antes de que llegara, tenía la premonición y preparó todo para socorrer al animal)

Garrapatas: San Prudencio de Tarazona (le prepararon un banquete y los platos fueron perros y gatos aasados, al bendecir la mesa, los animales revivieron. Como lo querían linchar junto a sus siete diáconos tuvo que salir huyendo. Ya a una distancia segura, se volvió, les maldijo, llenando ciudad de garrapatas, que mató a todos los perros y gatos de la ciudad)

Gatos: San Ivo (el gato es considerado como el abogado; vela por su presa, clava las garras en el momento adecuado y con prontitud, y cuando tiene a su víctima juega con ella, sin dejarla escapar de sus garras. interesante comparación), San Moling de Ferns (un día mientras leía, una mosca se posó en su libro, entonces una golondrina se apoderó de la mosca, y al instante, su gato atrapó la golondrina "¡Qué vergüenza de gato!", dijo el santo, y entonces el gato soltó la golondrina)

Halcón: San Quirino (su lengua cortada fue ofrecido a uno, que la rechazó), Beato Hugo de Vaucelles (tenía uno domesticado, que dejó libre en las mismas puertas de la abadía a la que entró, a pesar de que le ofrecían buena suma por él), San Balderic (un halcón le señaló el sitio para fundar su monasterio, donde su hermana Santa Bova sería abadesa).

Jabalí: San Deícola (el rey Clotario II perseguía uno, que se refugió en la celda del santo)

Leviatán: San Juan de la Cruz (de niño, cuando iba con su familia de Arévalo a Medina, un bicho salió del agua para tragárselo; el niño hizo la señal de la cruz y el monstruo marino se fue. Otra versión dice que la Virgen lo salvó, pero confunde otro suceso)

Oca o ganso: San Kevin (el rey O’Tool le peguntó como fortalecer a su ganso, viejo y debil, que no podía volar. Kevin pidió en pago por su respuesta toda la tierra por la que el ganso volase. El rey accedió, pensando que el ganso no podría tomar mucho vuelo, Kevin tocó al pájaro, que rejuveneció y voló sobre el valle entero, donde se fundaría el monasterio de Glendalough. Que santo más listo), Santa Amalberga (en Meteren desterró a una manada de ocas que desenterraban y devoraban el grano recién sembrado),

Pájaros: Santa Begha de Killmaur (le acompañaban en su retiro), Santa Hilda de Whitby (alejó a las aves que destrozaban los campos de maíz, algunas versiones hablan de patos u ocas. En la imagen)

Paloma: Santa Georgina de Auvernia (en su entierro, varias palomas blancas acompañaron el cortejo todo el tiempo), San Adelin de Celles.

Perros: San Benigno de Dijon (le metieron una docena de perros hambrientos en la prisión, para que lo despedazaran, pero un ángel los amansó y acompañaron al santo), Los Cuatro Santos Coronados (sus cuerpos fueron arrojados a los perros después de su martirio, pero los cristianos los salvaron), San Godofredo de Amiens (como reprendió a un sacerdote y a su amante, estos le enviaron una jarra de vino envenenada como regalo. el santo mojó un trozo de pan en el vino y lo dio a un cachorrillo que vivía en su palacio y, claro, se murió, pero antes se acostó en la cama, junto al Santo).