Fue rápidamente arrestado, golpeado y arrojado en una prisión. Largos interrogatorios intentaron hacerle apostatar, pero nada le hizo doblegar. Le arrojaron al fuego, pero salió ileso. Entonces le arrojado a un león hambriento como alimento, pero el animal se mantuvo a su lado sin dañarle Y sí, era el mismo león al que el santo había arrojado de su guarida, se disculpó y le permitió volver a ella. Finalmente, Neófito ganó la corona del martirio siendo alanceado en el corazón, el 21 de enero de 302, teniendo 15 años de edad.
Esta leyenda estrafalaria es tardía y al parecer intenta dar una "vita" a un santo mártir desconocido que se menciona a 21 de enero en otro grupo de mártires, y del que solo se reseña que era un "neófito", o sea, un recién bautizado.
A 21 de enero además se celebra a
Santa Inés de Roma, virgen y mártir.
San Patroclo de Troyes, mártir.