Nos levantamos tempranito como de costumbre y paramos en Café Cuatro Sombras en el Viejo San Juan. Soy muy fan de su café pero también de sus tostadas con mantequilla de guayaba.
Luego fuimos a uno de nuestros lugares favoritos, El Morro. Me encanta porque siento paz al estar allí. Además que Coco puede correr, correr y correr. Jeje
Terminamos visitando el Parque de las Palomas y disfrutando de un helado.
Y qué mejor que terminar con otro cafecito...
Siempre se disfruta cuando estás en familia.