Si no fuera por la gravedad y gratuidad de las acusaciones alemanas a la agricultura andaluza se podrían hacer hasta odas al pobre y sabroso pepino andaluz, mucho mas potente y sabroso que el pepino alemán. ( habría que escribir algo, pero se lo dejo a mi amiga Blanca Flores, que aunque no es su estilo seguro que lo hace mejor que yo)
Y es que llevan mis amigos alemanes una temporada un poco revueltos. Primero con nuestra economía, sigue con ofertas de empleo a titulados universitarios, que algunos veían ya un puente aéreo Sevilla Berlín lleno de universitarios con mochilas, y al final nada, veinte ofertas de empleo y ya veremos en que acaban.
Luego salió la tía Merkel, porque tiene pinta de tía, diciendo que aquí en España en general tenemos muchas vacaciones y trabajamos poco, y la verdad, podríamos trabajar mas si las empresas alemanas no deslocalizaran las empresas, pero bueno...
Y mi amiga Paqui, la de la Caleta, dice a esta "shosho, no me quites los pepinos andaluces que me jodes el gazpacho.
Nos tocan las fiestas, nos tocan los pepinos y a este paso nos van a tocar los huevos, y entonces no respondo, que nosotros somos muy nuestros.