De peregrinación religiosa a superación personal

Publicado el 05 octubre 2019 por Marisol Marisol Fernández Recalde

Con motivos de evangelización, el apóstol Santiago realizó sus labores cristianas por Galicia. Siglos después, el rey Alfonso II supo sobre el hallazgo de los restos del santo y, para comprobarlo, inició un viaje desde Oviedo hasta la actual capital Santiago de Compostela. Dicho trayecto es lo que se conoce como “El camino primitivo”.

A partir de ahí, se organizaron diversas peregrinaciones a modo de honrar los restos del santo. Con las invasiones musulmanas y reconquistas españolas, surgieron nuevos trayectos como El Camino del Norte y el Camino Vasco. Actualmente, existen un total de nueve trayectos que se pueden realizar para la peregrinación.

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La tradición sigue vigente en la actualidad. Cada día se suman más peregrinos de diferentes nacionalidades que optan por realizar este trayecto por diferentes motivos. Están los que cuentan con convicciones religiosas y, a modo de expiar sus pecados o pedir un favor especial, deciden emprender este trayecto.

También están los que buscan nuevas aventuras, los que deciden emprender un viaje en búsqueda de alguna anécdota que contar a sus amistades, y durante el camino socializan con personas de diferentes lugares, pero con propósitos similares. Estos peregrinos toman el Camino a Santiago como superación personal.

Actualmente, el Camino a Santiago es considerado patrimonio histórico y cultural de la humanidad. Además de la Catedral de Santiago, los diferentes trayectos destacan por los diferentes pueblos que cuentan con fuertes legados culturales provenientes de diversas civilizaciones y curas que pasaron por dichos pueblos a lo largo de los años.

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