El mismo sábado por la noche salimos de viaje hacia Aguiño, Galicia, para pasar una jornada de pesca de lubinas desde barca. Nos quedamos sin gasolina al no encontrar ninguna gasolinera abierta, menos mal que fue ya a 10 metros de la única gasolinera abierta y tras repostar seguimos el viaje.Llegamos al puerto a las 6 de la mañana y nos dividimos en dos barcas. Cabo, Santi y Álvaro por un lado, y yo por otro junto a dos pescadores más.Saliendo de puerto la mar estaba en calma, todo pintaba bien, hasta que salimos de él, pocas cosas me han impresionando tanto en la vida. Íbamos en la barca bastante rápido entre olas enormes que rompían con fuerza en los islotes de piedra que había por todos lados. Mientras pescábamos parecía que en cualquier momento una ola nos fuera a estampar contra los roquedos. Una vez que te das cuenta de la gran experiencia que tiene el que lleva el barco, te tranquilizas y disfrutas aun más.
El lunes por la mañana estuvimos dándole al rock-fishing, muchos peces nos picaban, pero era difícil clavarlos por la boca tan pequeña que tenían.
He pasado unos días increíbles por el norte junto a grandes amigos, he conocido lugares nuevos e impresionantes y he aprendido bastante en lo que a la pesca se refiere. Gracias por todo compañeros!!!