De profesion: rastrero

Publicado el 07 julio 2018 por Confiesa

      Con eso del verano y las vacaciones, tengo a mi neurona de guardia para hacer los editoriales de "El Penalti", y el resto del tiempo pensar en comer y en la piscina, pero precisamente porque el de ayer me apetecía compartirlo, os lo traigo por si os apetece echar un vistazo.
  Se confirmó el desastre de la selección española, el fruto de la traición de quien antepuso los intereses de su club sin importarle el grave problema que causaba a la selección, y el egoísmo de un entrenador que renovó una semana antes el contrato con la federación para entregarse al Real Madrid cuando, tras varias negativas de técnicos de prestigio, le llamaron casi porque no quedaba nadie.
La selección pésimamente dirigida por Hierro no supo rotar y agotó a Iniesta y a Silva no dando minutos a medio equipo que fue de turismo, y acabó siendo eliminada por una selección menor como es actualmente Rusia.Una versión del tiki taka a cámara lenta, plana, con demasiados jugadores por detrás del balón, con Iniesta agotado, con Silva que no parecía él mismo, y si ese juego y esta selección cuando se inspiraba en el Barça nos hacía sentir mariposas en el estómago, hoy tan solo nos produce acidez.Pero ya hemos de volver la vista a nuestro Barça, a los posibles cambios en la plantilla, a los rumores que se extienden como una mancha de aceite, y no sabemos si vendrán Leglet y Arthur o se irá Paulinho, si hay ofertas por Cillesen o por Gomes, si será cierto lo de William, que nos ha enamorado en el mundial, y si lo de Mbappe tiene algún fundamento o se trata de nuevo de una broma de mal gusto.Y hablando de mal gusto, sacar el tema de Abidal de unas conversaciones de Rosell en las que éste ni afirma ni desmiente, dar credibilidad a un desconocido tan solo para seguir en esa lucha contra la ética empieza a producirnos verdadero asco.Ignoramos cual será el objetivo ni si lo lograrán, pero hacerlo a costa de un tipo como Eric Abidal es cruzar la línea roja de la decencia.Pero es que hay gente que cuando piensas que no pueden caer mas bajo, son capaces de encontrar un sótano moral para instalarse.