Siempre el sonido del agua trae regocijo a mi alma, es como el aleteo de un colibrí en mi corazón. Siento que mi corazón se abre como una rosa y llora de felicidad. El olor de los jazmines y las damas de noche, me embriaga. Las rosas, el espliego, el tomillo, la hierba luisa y la verbena, reconfortan mis sentidos y me traen el recuerdo de mi madre, tu abuela. La pureza del azahar, me evoca recuerdos de la niñez, cuando mi padre hablaba junto a estas albercas que me vieron crecer... hablaba sin parar de viejas historias de camellos y caminos polvorientos, de mares de arenas y estrellas en el cielo que guian al caminante hasta los puertos.Mi niño, pedacito de sol y luna, como el me lo contara, yo te lo cuento... aquí acurrucadito, mientras te acuno a la hora de la siesta en el frescor de este jardín. Nunca olvides tu origen y tus raíces porque la vida es extraña y misteriosa y quizas tus pasos algún día te lleven a la tierra de tus antepasados.Dicen que los antiguos dhows (1) desafiaban las olas en el Mar de Fars (2), hasta llegar más allá del Golfo de Bengala. Luego regresaban a Persia, Iraq, Omán, Egipto y el Yemen, con especias, sedas, brocados, joyas que compraban en el oeste de la India, en las Islas de Java o Sumatra. Desde Kinbaya, en el oeste de la India, traían el dulce sukar(3), la travesía era peligrosa y con muchas escalas como el legendario puerto de Kandahar, Sandabur, Hinawr, Manyarur, Calicut, y Kawlan . Toda esa costa que incluía el país de Malabar, o de la pimienta, era una interminable plantacion de cocoteros y pimenteros. Allí en Mangalore en plena bahía de Dunb-Jawr-al-Dunb, tus antepasados de la linea materna de sangre siria y persa, cargaron durante siglos fardos de pimienta, cocos, y jenjibre. La pimienta de Malabar, se recolectaba en pequeños racimos en otoño, secando sus granos aún verdes al sol, hasta que adquirían ese color negro que tu conoces. Princesas persas se casaron con tus antepasados para forjar alianzas comerciales, con las embarcaciones de Qaliqut, que cargaban con el te de Bilad Sarandib (4) y China. El te blanco con olor a jazmines que tanto te gusta y que es tan escaso y caro como el oro, y que te encanta saborear por las tardes. Desde nuestro puerto en Battala (5), se cargaba la canela, cuyos troncos formaban diques en la costa. En Bilad-al Yawa (6)se llenaban los barcos de benjuí, alcanfor, aloe, sándalo, clavo y jenjibre, allí habíamos creado los puertos de Sarhá y Qaqula.
2: El Mar de Fars: Océano Indico
3: sukar, azúcar.
4.- Bilad Sarandib, Ceilán.
5.- Battala, antigua ciudad musulmana, en pleno Ceilán, la actual Puttalam, su capital.
6- Bilad al Yawa, Java
7.- al Zuwaga, nombre bereber dado a Azuaga, pueblo de Badajoz
8.- Zafar, nombre árabe de Zafra, en Badajoz.