¿De qué depende la felicidad?

Por Internautabipolar

La genética influye en si nos sentimos más vulnerables o más felices en la vida. Pero la gran novedad, es que todos podemos transformar nuestra biología.

La inmensa variabilidad humana comienza desde el nivel genético. El hecho de que todos poseamos un ojo a cada lado de la nariz está determinado por la genética. Pero el color de los ojos, muy variable, también está determinado genéticamente. La heredabilidad es un legado que se expresa de manera cambiante, no solo en lo que concierne al aspecto físico sino también en la disposición a la resiliencia, a si reaccionamos en forma resistente o vulnerable a lo que nos sucede. Y lo cierto es que desde el comienzo de la aventura humana, en cada estadio de nuestro desarrollo debemos hacer transacciones con el ambiente que nos rodea, cada vez menos biológico y más afectivo y cultural.

El determinante genético de la vulnerabilidad fue detectado por primera vez en los seres humanos y un año después entre los monos. Se trata de una región localizada en el cromosoma 17

Cerebro

que incide en como ciertos genes moldean las proteínas que transportan la serotonina.

Sabemos que la serotonina desempeña una parte esencial en el humor alegre o depresivo. En cantidad suficiente, favorece la transmisión sináptica y estimula los deseos la motricidad, el uso de las funciones cognitivas, la vivacidad de los aprendizajes. Puede modificar el apetito, regular los estados del sueño lento y aumentar las secreciones neuroendocrinas.

Cuando un organismo transporta y utiliza la serotonina, la persona dice que “se siente bien”. Los antidepresivos apuntan a mejorar esta función. Los seres humanos y los monos que transportan poca serotonina son más lentos y más pacíficos durante los juegos y las competencias jerárquicas. Cuando sufren algún acontecimiento estresante reaccionan de manera más emocional y desorganizan sus interacciones durante un tiempo más prolongado que los grandes transportadores de serotonina. Podría decirse “que el menor contratiempo los hiere”.

Feliz en Navidad

Los pequeños transportadores de serotonina tendrían la tendencia genética a deprimirse por cualquier cosa.

Otra causa de atrofia localizada del lóbulo prefrontal se atribuye a la modificación de las sustancias en las que está sumergido el cerebro. Cuando hay sustancias –como el alcohol, la nicotina, o la cocaína- que perturban el crecimiento y la formación de circuitos neuronales, el niño adquiere una sensibilidad ajena al mundo que lo rodea. Su cerebro modificado procesa mal las informaciones, controla mal las emociones y responde a ellas con conductas mal adoptadas que trastornan el desarrollo de los ritos educativos.

La apertura de recorridos entre las neuronas es prodigiosa durante los primeros años de vida, durante los cuales el peso del cerebro se multiplica anualmente por cuatro.

Sigmund Freud

antes de experimentar una reactivación en la pubertad cuando se produce una “poda sináptica y dendrítica” bajo el doble efecto del surgimiento hormonal y de los encuentros amorosos.“la excitación opta preferentemente por la vía ya abierta y no por la que no lo está”

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