¿De qué sirve prohibir los cortos? El mercado retoma los desplomes sin posiciones bajistas.

Publicado el 19 agosto 2011 por Lorden
La bolsa retomó ayer los desplomes de la semana pasada, y de nuevo de la mano de los valores financieros, que sufrieron durísimas caídas en España, Francia e Italia. Justamente los tres países que han prohibido los cortos (posiciones bajistas) en estos valores, en teoría para frenar las caídas provocadas por los "especuladores". Lo cual plantea si esta prohibición tiene algún efecto.
Los profesionales del mercado ya criticaron la semana pasada la medida porque no sólo no sirve para detener las caídas, sino que agrava la situación del mercado al reducir la liquidez. "La prohibición de los cortos es como tirar una piedra a un barreño lleno de agua: inicialmente, el agua sube de golpe, pero cuando se calma el movimiento, resulta que hay menos agua", explica gráficamente Daniel Lacalle, gestor del fondo Ecofin en Londres y columnista de El Confidencial.
Y eso es justamente lo que ha ocurrido: la banca -y el conjunto de la bolsa por extensión- se disparó como reacción a la medida el jueves y el viernes. Pero, después de tres días de transición, ayer volvieron los descensos con el detonante de que la Fed está investigando la liquidez de las unidades norteamericanas de las entidades europeas. Y fueron muy graves: Société Générale cayó el 12%, Intesa el 9%, ING el 8%, Unicredito, Deutsche Bank y Crédit Agricole más del 7%, y en España, BBVA y Bankinter se dejaron casi el 6%.
Unas caídas que, evidentemente, no fueron provocadas por las posiciones bajistas prohibidas, sino por las ventas de los inversores que estaban largos (alcistas): "El problema no son los cortos, son los fondos tradicionales, que invierten sólo al alza, que están huyendo del mercado y en especial del sector financiero", opina José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.
Y esto es así porque los gestores e inversores siguen sin fiarse de la situación económica europea (un temor agravado ayer por la rebaja de previsiones de Morgan Stanley) ni del estado de la banca. Algo que no soluciona la prohibición. Las medidas anunciadas el martes por Merkel y Sarkozy no han conseguido mejorar esa confianza, porque no son inmediatas, son poco efectivas y, además, tienen muy difícil salir adelante en algunos casos. Es más, el impuesto a las transacciones financieras perjudica a la banca.
Si no te puedes poner corto, tienes que vender
Por eso los profesionales critican que esta medida apunta en la dirección equivocada, ya que los "especuladores bajistas" no son los responsables del derrumbe del mercado, como quedó demostrado ayer. Los demonizados hedge funds suponen una parte muy reducida de la negociación en bolsa y, además, no se dedican exclusivamente a tomar posiciones bajistas frente a lo que cree mucha gente. Al contrario, lo normal es que adopten simultáneamente posiciones largas y cortas, con el fin de cubrirse ante caídas del mercado y proteger el capital de sus clientes. Y normalmente su exposición neta (diferencia entre cortos y largos) es alcista.
Y ahí vienen los efectos perniciosos de la medida: si los inversores no se pueden poner cortos para cubrirse (ni prestar las acciones a otros para que se pongan bajistas), lo único que pueden hacer si no se fían del entorno económico es vender sus posiciones alcistas. Lo cual sí agrava las caídas de los mercados, según los expertos consultados. Asimismo, los fondos más agresivos no pueden financiar nuevas posiciones alcistas (con el dinero que ingresan de vender en corto financian la compra de acciones), lo que les impide tomarlas y frena posibles subidas del mercado.
Más caídas por delante
Lacalle también cuestiona la oportunidad de la medida: "Han prohibido los cortos precisamente cuando los hedge funds tenían como media una posición neta alcista del 25% (los largos superan a los cortos en un 25%)". Este gestor explica que el problema precisamente es ese, que los gestores estaban sobreexpuestos a la bolsa, sobre todo a la banca y a los valores de materias primas, y lo que hacen es reducir esa exposición, no ponerse bajistas.
Y aventura que nos esperan más caídas: "Ahora viene un problema más peliagudo, que es que saltan los stop loss [órdenes de venta cuando las pérdidas superan un determinado nivel] de los grandes fondos alcistas, que están obligados a vender a cualquier precio. Y si los hedge funds no tienen capacidad para comprar esas acciones, el desplome puede ser tremendo". Una visión bajista que comparten analistas técnicos como Yosi Truzman y que abonan algunas formaciones técnicas muy relevantes.
Fuente: Cotizalia, Eduardo Segovia