Las cosas no es que hayan cambiado mucho, yo sigo con mi plan de entreno de fortalecer músculo y cada semana, poquito a poco, le dedico unos minutos a empezar de nuevo a correr.
De momento hay mas trabajo en el gimnasio que fuera pero no nos quejaremos que lo que queremos es volver a correr y si este es el camino lo vamos a seguir.
Muchas caminatas por montaña, eso si, que me sirven para encontrarme bien y disfrutar de lo que nos gusta.
Hace dos semanas era mi hermana la que me acompañaba en una de estas salidas por mi pequeño paraiso particular, fuimos por el camino fluvial hasta la presa de Vallforners, hacía tiempo que no subía y para que mentir se hecha de menos. A mi hermana le costó un poquillo así que desde aquí reconozco su esfuerzo y agradezco su compañía...
Y las visitas hay que devolverlas y si mi hermana vino hasta Cànoves, ahora era nosotros los que nos tocaba ir a visitarla a ella.
Lourdes y Amador también están en otro paraiso natural, Ribes de Freser, con montañas y rutas para aburrir. Decidimos hacer la de Queralbs a Núria, una ruta que aunque todo era subida tenía sus encantos ya que pasabamos ríos, puentes y cascadas y a los críos le resultaría atractiva que es de lo que se trata.
Y si por si los paisajes ya de por sí eran increíbles la nieve le dio un plus que yo por mi parte no esperaba, y nos encantó.
Nos levantamos temprano, Miguel, cuñado de Amador, también se unió a la salida y nos pusimos en marcha, pero pronto empezó a sobrarnos la ropa así que parada técnica para quitarnos alguna prenda. La verdad que la nieve nos asustó un poco, la falta de costumbre supongo, en Barcelona no nieva nunca, así que nos abrigamos bastante pero aunque la nieve estaba en las montañas, nos hizo un día estupendo y rapidamente entramos en calor.
La primera parte del recorrido la realizamos sin problemas pero conforme nos acercabamos a Núria cada vez había mas nieve, algunas de las cascadas estaban heladas al igual que los ríos que tenían una capa de hielo, era como ver el río parado en modo pausa así que los niños se entretuvieron en lanzar piedras haber si lo traspasaban.
Poco a poco el camino se iba poniendo mas blanco y aunque también mas resbaladizo, la verdad es que era espectacular y estabamos encantados, nosotros por la belleza y los niños porque podían lanzarse bolas de nieve...jajaja
Pese a que estuvimos unas tres horas de ruta hasta llegar a nuestro destino, la verdad que no tuve molestia alguna y eso me alegró. Y tampoco estaba especialmente cansada así que no estamos tan mal ... ;)
Mi hermana si se cansó un poco mas y es que por su trabajo lleva una vida mas sedentaria y cuando hace estas cosas casi siempre estamos nosotros de por medio, pero ya tiene claro que hay que hacer algo llámese correr, caminar o clases dirgidas en un gimnasio, la cuestión es moverse y despejar la mente del estres diario.
La bajada la hicimos en el cremallera, la temperatura había bajado y volver caminando era ya pedir demasiado. Nos habíamos quedado con un buen sabor de boca así que mejor dejarlo aquí.
Por eso y porque teníamos encargada una paella estupenda en uno de los típicos restaurantes de Ribes de Freser... jajaja