Para encarar con garantías esta situación tal vez deberíamos entrar en escenarios más inestables y tratar de definir qué es persona ¿Un embrión es persona? ¿Qué nos hace humanos? ¿El hecho de nacer humanos? ¿El paradigma social en el que nos movemos? ¿Los sentimientos? ¿Los recuerdos? Por que está claro que la simple agrupación celular no es suficiente ni siquiera para conformarnos e identificarnos como individuos, ya que nuestras células mueren y son reemplazadas por otras nuevas constatemente a tal ritmo que en el plazo de dos años todo nuestro cuerpo ha sido renovado:es decir, mi yo de hoy no tiene nada que ver, a nivel celular, con mi yo yo pretérito. A pesar de ello, los recuerdos permanecen y conservamos nuestra identidad, menuda paradoja. Aunque este planteamiento ya lo presentó metafóricamente Heráclito, cuando afirmaba que era imposible bañarse dos veces en el mismo río, por estar este estructuralmente en constante cambio.
Pero lejos de estar fantaseando con estas reflexiones, nos llega la noticia de que un equipo de biólogos de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) han transferido por primera vez un recuerdo entre dos seres vivos. Si bien es cierto que la experiencia da resultados un tanto rudimentario, reflejos nerviosos en caracoles, abre las puertas a líneas de investigación más ambiciosas como las que hemos reflejado a lo largo de este texto.alfonsovazquez.comciberantropólogo