De risas y vikingos

Publicado el 19 mayo 2010 por Gloria

Las risas de Messi y Villa (pero sobre todo las de los periodistas allí reunidos) no han causado demasiadas reacciones en Dinamarca.
Los daneses son conscientes de su trayectoria. Pero el factor sorpresa siempre está ahí. A él se encomiendan. A él y al trabajo claro.

Hasta aproximadamente 1960, el fútbol danés se caracterizó por mantener el estatus de aficionados de los jugadores y por exportar a sus mejores figuras a clubes extranjeros. Aun así, logró resultados internacionales memorables, entre ellos la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 y la de plata en los de Roma en 1960.

Fue el 21 de septiembre de 1983 cuando se produjo la eclosión.
Ese día la selección danesa derrotó a Inglaterra en el legendario estadio de Wembley, en Londres, dando con ello un paso decisivo hacia la primera clasificación de toda la historia de Dinamarca para un Campeonato Europeo de selecciones.

Tres semanas antes del partido, un periódico danés abrió un concurso para en busca del mejor himno futbolístico .
El estribillo ganador, «We are red, we are white, we are Danish dynamite», se convirtió prácticamente en la marca de fábrica de quienes han seguido el éxito de la escuadra (destacando la victoria de la Eurocopa en 1992).

Al Mundial de Johannesburgo no faltará ninguno de los habituales en los últimos años como el central Daniel Agger (uno de los mejores futbolistas del mundo en su posición) , los centrocampistas Martin Jørgensen, Christian Poulsen, Dennis Rommedahl y Thomas Kahlenberg y los delanteros Jon Dahl Tomasson y Nicklas Bendtner, la indiscutible estrella de la “dinamita roja”.

La selección de Morten Olsen competirá en África apostando por una mezcla de veteranía y juventud. El centro del campo , Dennis Rommedahl, Jørgensen Martin, Jesper Grønkjær y Daniel Jensen , tiene promedio de edad de 31 años.


Un par de jóvenes advenedizos pueden dar la sorpresa en el medio del campo: Thomas Enevoldsen (Groningen) y la sensación de 19 años de edad, Christian Eriksen (Ajax) .
Aunque puedan parecer palabras mayores la prensa danesa ya compara al de Odense (foto) con el que ha sido el mejor jugador del país Michael Laudrup.

Un conjunto que va con ganas de agradar con su juego y con su manera de celebrar los goles. En Dinamarca se ha puesto de moda el ser original a la hora de festejar un tanto. El primer equipo en hacerlo fue Nordsjaelland; Bajram Fetai marcó y arrancó a correr “trompeando”a sus compañeros. Pocos días después le superó el Midtjylland.Cuando Ken Ilso anotó, tomó la pelota y “tumbó” a sus compañeros como si de bolos se tratasen.

Una festividad de que los espectadores agradecen. Unos aficionados que acuñaron el movimiento “roligan” (rolig es el término danés para apacible, tranquilo) como contrapartida de los violentos hooligans. Su actitud pintoresca y festiva en los partidos internacionales disputados por su selección en los años ochenta y hasta mediados de los noventa se materializó, por ejemplo, en la concesión del «Fair Play Trophy» de la UNESCO en 1984.

Por eso ante las risas de terceros, los daneses muestran escudo y hacha. Su escudo, las ganas de disfrutar del fútbol ( tanto por parte de jugadores como de aficionados); su hacha, el respeto.

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