De Road Trip por la Big South

Por Diborja
Salimos desde Yosemite y ponemos rumbo a la costa, pasamos por aburridas carreteras con rectas interminables y limitación de 50 mph, yo en el aire también me aburro. "Adopta una autopista" es lo que rezan varios carteles en los arcenes de las principales rutas. Al parecer si una organización se compromete a mantener limpia un tramo de autopista puede poner su publicidad, esta curiosa iniciativa se extiende por todo el país. 
Esa noche llegamos a Monterey, queremos ver leones marinos. Peino la costa y me recorro el paseo marítimo, por la noche nada de nada, me recomiendan volver temprano mañana. Después, pequeño vuelo nocturno por Cannery Row y vuelta a la cueva para coger fuerzas para los kilómetros del día siguiente.

La costa de Monterey

Siguiendo los consejos del día anterior, nada más amanecer vuelvo al paseo marítimo, ¡esta vez sí! dos leones marinos asoman en sendas rocas, pero nada comparable a la sorpresa de un poco más abajo. Después de abandonar Monterey y antes de coger la Big South no podemos dejar de recorrer la mítica 17 Mile Drive y bajar en las distintas paradas de Pebble Beach. Entre ellas un campo de golf selecto y un árbol fantasma. Desde Carmel salimos, ahora sí, a la autopista 1, la Big South.

Ghost Tree

Campo de Golf en Pebble Beach

Nuestro flamante Mazda 6 de alquiler no tiene nada que envidar al resto de coches que circulan, lentamente, por la Big South. Los paisajes en la parte norte inicial son espectaculares. Uno a uno vamos parando en todos los miradores, todos los coches hacen lo mismo y la circulación es bastante lenta, desde el aire tengo aprovecho para disfrutar de las vistas del Pacífico. A continuación, os pongo las paradas que hice y que no podéis perderos en vuestra ruta por la Big South.
Mirador Random: Id parando, no corráis, el siguiente mirador siempre es mejor que el anterior.

Uno de los primeros miradores desde la Hw-1

Mirador con Elefantes Marinos: Poco antes de llegar al Hears Castle, encontramos de casualidad esta parada, ¡qué dejaba en pañales a los leones marinos de Monterey!. Sin duda, un espectáculo de la naturaleza que hay que ver. Más info aquí.

¡Elefantes!

San Luis Obispo: Este pequeño pueblo se visita rápido, tiene una "misión española" y se puede degustar un sabroso bocadillo de costillas que mi amo no olvidará jamás. El lugar es Firestone Grill, muy recomendable.
Madonna Inn: Al salir de San Luis Obispo, está pensión rosa chicle se ha convertido en un lugar emblemático y visitable. En serio ¡vaya horterada!

La posada del chicle

 Morro Bay: Un islote que es un pedrusco gigante. En realidad verlo y poco más.

La bahía del morro

El día y las fuerzas empezaban a agotarse así que terminamos por llegar a Santa Mónica por la autopista paralela, bastante más cómoda. Esto nos permitió acortar un poco el viaje y gastar menos energías. Si estáis planeando el viaje, lo más conveniente para disfrutar a tope de la Big South, teniendo tiempo, es dividirlo en dos días haciendo noche en algún pueblo intermedio. Así, se puede completar con la visita al Hearst Castle o a Pismo Beach, Si bien es cierto que, si no estás interesado en Hearst Castle, con un día completo es suficiente y luego se puede aprovechar más en LA o San Francisco. Opinión de murciélago. 
Mañana nos levantaremos en Santa Mónica, Este Ferrari que dejamos atrás en el retrovisor esta noche soñará con mis alas batientes.

Sayonara, baby