Hubo un tiempo en que la música se escuchaba por la radio, se compraba en vinilo y se grababa, o te la grababan, en K7, para disfrute propio (en el coche, en el radiocasete portátil al borde de una piscina...) o de los allegados. También para regalar a los más queridos, o las posibles conquistas amorosas, por supuesto, con el simple propósito de hacerles disfrutar de un buen rato, de demostrarles el buen gusto que uno tenía acerca de un estilo musical o grupo, de abrirles las orejas, utilizabas la cinta magnética. Seleccionado con criterio el orden en que sonarían después las canciones y escribiendo directamente sobre la carátula y la carcasa, o creando un dibujo, un collage, utilizando letras transfreribles en seco, diseñando un envoltorio acorde a la recopilación, cualquier melómano se entregaba al miedo al olvido, al descuido, al ritmo no continuado. Y así hacía acto de presencia el romántico que se escondía dentro del hacedor del pequeño milagro musical.
Con la aparición de las grabadoras de compact discs para los ordenadores personales y las descargas digitales, esa costumbre fue desapareciendo, hasta prácticamente extinguirse. No fue bueno o malo, simplemente fue. Ahora, como el que así obraba entonces era un romántico, de vez en cuando se pone manos a la obra, y grabar una sesión para regalar, aunque sea en un CD, suele ser, además de un acto de paciencia y meticulosidad que frena la aceleración diaria del DJ ocasional, una ocupación gratamente recompensada: la alegría de quien ayer recibia una cinta y hoy vuelve a ver como le entregas un peequeño pedazo de tu corazón a través del sonido y la voz de otros, suele venir acompañada de una sonrisa, una recompensa que sobrepasa el esfuerzo entregado.
Durante los últimos años, en un par de ocasiones -hay una tercera a la vuelta- uno creó unas sesiones para que sonasen en el tiempo de espera antes del concierto de los asistentes a la gira de un grupo español de pop-rock más que famoso y laureado -en tiempos pretéritos, receptores de aquellas K7; al final de esta pequeña serie será desvelado su nombre-.
La primera rodaja, que sonó el 10 de junio de 2005 y las fechas siguientes del tour, fue titulada Together we may get away -verso robado a un autor que no necesita presentación y que también será dado a conocer a su debido tiempo-, e inlcuía los siguientes temas:
1 NICK DRAKE Northern sky
2 THE BYRDS So you want to be a rock'n'roll star
3 CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL Fortunate son
4 IGGY POP Lust for life
5 MC5 High school
6 THE REPLACEMENTS I will dare
7 R.E.M. Fall on me
8 THE JAYHAWKS I'm gonna make you love me
9 THE LEMONHEADS Confetti
10 THE WHO Pinball wizard
11 OASIS Roll with it
12 THE UNDERTONES Teenage kicks
13 RAMONES I wanna be yor boyfriend
14 THE JAM In the city
15 THE CLASH Janie Jones
16 HÜSKER DÜ Could you be the one?
17 THE WHITE STRIPES Fell in love with a girl
18 THE STROKES Someday
19 THE LIBERTINES Can't stop me now
20 MÄXIMO PARK Postcard of a painting
21 THE LA'S Timeless melody
22 FRANZ FERDINAND Take me out
23 JIM WHITE (WITH AIMEE MANN) Static on the radio
Pudo ser bien distinta, pues las apariciones y descartes dependen del día que uno tenga, como todo. Y como les gustó -al grabador de recopilaciones le interesan más bien poco las peticiones: él se pondrá manos a la obra cuando crea que ha llegado el momento, que es la ocasión apropiada: rara vez trabajará bajo presión y peticiones-, tres años y dos días después, cumplí mi palabra.