De Saigon a Hanoi II : Hoi An, Hue y Hanoi

Por Alberto @k_lero82

Aquí está la segunda parte de nuestra ruta vietnamita de Saigon a Hanoi. Después de la primera parte hablando de nuestro desencanto con Mui Ne, Dalat y Nha Trang ahora seguimos rumbo norte, parándonos en Hoi An, el pueblo con más encanto de VietnamHue, la antigua capital imperial, y por último Hanoi, la capital del país, donde “Asia” y “caos” se definen en una ciudad.

Vamos buscando la mejoría de Vietnam, vamos rumbo norte y hasta ahora lo que hemos visto no nos ha dicho gran cosa, así que confiamos en que la cosa vaya a mejor. Nos pasa por no escuchar los consejos que nos dicen “¡Vete al norteeee, veteee al norteee!”. Pero también me conozco: si nos saltamos el sur siempre me quedará la espina clavada de saber si era o no como lo pintaban.

Llegamos a Hoi An en un sleeping bus desde Nha Trang. Nada más bajar del bus comienza el asalto de los cazaturistas, as usual. Todo el mundo tiene hoteles, se les caen los hoteles de los bolsillos, y cada cual es mejor que el de su vecino. Nuestra estrategia siempre es alejarnos 50 metros del bus hasta estar fuera de su radar y pararnos a decidir tranquilamente. Funciona. Al final, tras media hora de caminata por las calles de Hoi An buscando el mejor precio no podemos resistirnos y nos quedamos en una guesthouse por 10 US$ (arduo regateo, temporada baja) que nuestros sudorosos cuerpos no se merecen; no sabemos cómo hemos acabado en una habitación así de lujosa. En la pestaña de “Datos Prácticos” pongo cuál es, cómo se llama y la foto de la habitación.

Hoi An resulta ser un pueblo encantador, plagado a partes iguales de bonitas y amarillas casas de arquitectura tradicional y turistas que deambulan por ellas. Ser tan bonito tiene un precio, supongo, pero pese a la cantidad de gente, tiendas de souvenirs y ropa a medida, restaurantes, gente-que-te-ofrece-cosas y un largo etc., la verdad es que Hoi An nos gusta mucho, ¡sí!

Le dedicamos 3 días, y no sólo a recorrer el pueblo, si no también los alrededores (moto y bici). Hay un par de playas cercanas y unas interesantes (pero sin pasarse) ruinas de la extinta cultura Champa, dominadora de la zona durante siglos. Se llama My Son y están a 50 kilómetros, así que mejor ir en moto o en tour organizado (no sabemos cuánto vale esto último).

Desde luego, Hoi An es el sitio más fotogénico que hemos visto hasta ahora en Vietnam. Menos mal que las cámaras ya no van con carretes, nos hubiera salido por un pico. Los farolillos adornan las calles, los colores resaltan las fotos, hay un bonito paseo por el casco antiguo, tanto de día como de noche. Hay un mercado nocturno al otro lado del puente y un mercado diurno que merece más la pena. Otras atracciones requieren de un pase turístico que te permite el acceso a 4 o 5 de ellas, incluyendo el famoso Puente Japonés, para el que curiosamente hay que pagar desde un lado pero no desde el otro… ¡Todos locos!

En Hoi An abundan las tiendas de ropa a medida. Los precios no son tan baratos como en otros sitios pero no están mal si consigues regatear, y la ropa es muy original. Yo no pude resistirme y acabé comprándome una chaqueta a medida por menos de 15 € (seguro que en España costaría 60€), muy bonita y perfecta para el clima húmedo de más de 30º que nos espera en Asia

También aprovechamos para hacer un pequeño curso de cocina asiática en el restaurante que más nos gustó de Hoi An (más detalles en Datos Prácticos), nada como aprender un poco de cocina a un precio irrisorio en comparación con los cursos de cocina por 20-25 dolares que anuncian en muchos restaurantes, sobre todo si lo puedes acompañar de la cerveza más barata del mundo, la bia hoi -lo que viene a ser una caña-, por 0’10 €.

Como me estoy extendiendo demasiado en Hoi An doy el salto ya al siguiente destino, Hue, antes de que abandonéis toda esperanza y cerréis el blog.

Hue es la antigua capital imperial. La ciudad no tiene demasiado encanto y es bastante locura de motos (pese a ello alquilamos una: 4 US$), pero conserva -o lo intenta- los restos de la antigua ciudadela imperial, hogar de la dinastía Nguyen, que reinó en el país durante siglo y medio hasta la llegada del comunismo a mediados del siglo XX.

La Ciudadela (105.000 dongs la entrada, 5US$) tiene un estilo que imita a la Ciudad Prohibida de Pekin, con muchas similitudes en su funcionamiento. El problema es que fue prácticamente devastada durante la guerra de Vietnam, pese a que en un primer momento los americanos intentaron no destrozarla, o eso dicen. Hay diferentes versiones de los hechos, como toda guerra que se precie y según el cristal con que se mire. El caso es que lo que ahora queda en la Ciudadela es una mezcla de cesped, ruinas y edificios reconstruidos. A nosotros nos gustó más de lo que esperábamos (nos la habían pintado muy mal) y pese al precio merece la pena dedicarle un par de horas o tres.

Además de la Ciudadela, en los alrededores de Hue a lo largo del río del Perfume, hay multitud de tumbas de los emperadores, al parecer bastante fastuosas. El problema es que no sólo hay que llegar, si no que cada una de las tumbas se paga por separado y cada una de ellas ronda los 4 US$, así que nuestro presupuesto decidió por nosotros que allí no íbamos a ir, que mejor ir marchándonos ya en un sleeping bus hacia Hanoi, la capital.

Y acabamos este capítulo en la capital de Vietnam. Hanoi tiene su encanto. Es caótica, parece que hay más motos que personas, el centro es un conglomerado de calles abarrotadas donde las aceras sólo sirven para poner más mercancía o motos y donde la vida en la calle le otorga una gracia especial. No es que sea bonita, que tampoco, pero tiene vida, tiene algo. Quizás no sea el mejor sitio para criar a tus hijos, pero a cambio ten por seguro que crecerían con más reflejos que Spiderman.

La principal atracción de Hanoi, el mausoleo de Ho Chi Minh, está cerrada por reformas (espero que no lo estén reformando a él), así que sólo nos quedó darnos varios paseos por sus calles y barrios. Conocimos -gracias a couchsurfing- a Violet, una Hanoiana (¿o será hanoiense? ¿hanoiita?) y estuvimos cenando y charlando animadamente de cómo es la vida en la ciudad.

También en Hanoi nos juntamos con René y Laia, unos chicos estupendos de Barcelona e Indonesia a la vez (cada vez más de la segunda) y juntos nos pusimos a preparar nuestro próximo movimiento agencia tras agencia y regateo tras regateo. Había que conseguir el mejor crucero posible para la joya de Vietnam, nuestro siguiente destino: ¡Halong Bay!

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Así que si habéis llegado hasta aquí, enhorabuena! Entiendo que en ese caso nos veremos en el próximo capítulo, hasta Halong Bay!

Alojamiento

Alojamiento
  • Hoi An: Recorrimos varias guesthouse por varios sitios de la ciudad, en casi todas partes el precio más barato eran 10 US$ por habitación. Finalmente preguntamos en una llamada Peonys Hotel, nos pedían 20 US$ pero nos lo acabaron rebajando a 10 US$ -cuando salíamos ya por la puerta-, supongo que porque no había nadie. De hecho fuimos los únicos clientes que hubo en los 3 días que estuvimos. Hasta ahora la habitación más lujosa en la que hemos estado, ¡Si es que vivimos como queremos! Mejor que majarahás! Además ofrecían laundry, alquiler de bicis y de motos. Las 3 cosas más caras que en la calle, en las 3 conseguimos que nos cobraran lo mismo que en la calle. Gente muy comprensible.

    Hoi An – Peonys Hotel

  • Hue: Preguntamos y al final nos quedamos en uno llamado Google Hotel por 8 US$ la habitación (también tuvimos que insistir para que nos rebajaran). Tampoco es que fuera ninguna maravilla, en realidad, pero cumplía. Baño dentro de la habitación y ventilador. Tienen habitaciones mucho más caras, que son las primeras que te enseñan, como siempre.

    Hue – Google Hotel

  • Hanoi: Estuvimos en una pequeña guesthouse llamada Thu Giang. La chica que lo atendía era muy maja. Hay una Thu Giang I y una Thu Giang II. La segunda es atendida por el padre y es bastante borde. La habitación doble con baño y ventilador cuesta 8 US$ o 9 US$, depende. Nosotros estuvimos en dos distintas. Es muy básico pero está limpio y hay que tener en cuenta que Hanoi es un poco más caro que otros sitios. La chica te da información y tours, pero suelen ser un poco más caros que si los buscas fuera, como siempre suele pasar.

    Hanoi – Thu Giang

Transporte

Transporte

Seguimos moviéndonos con el Open Ticket  que compramos en Saigon, así que no pagamos buses entre ciudades.

Como ya dije en el post anterior, los alquileres de bicis rondan el dolar por día y los alquileres de motos suelen estar en unos 4 US$ por semiautomática (marchas sin embrague) y 5 US$ por motos automáticas (scooter).

Cuidado en Hanoi con los taxistas, al parecer cada uno te tarifa el kilómetro a precios distintos y no es nada raro los taxímetros trucados. Nosotros sólo cogimos uno y la verdad es que muy bien, así que no podemos opinar más que eso.

Conducir motos en Hanoi quizás requiere de un saber estar avanzado. Si es la primera vez mejor empezar en ciudades más pequeñas. Hue también es algo caótica aunque nosotros no tuvimos ningún problema, todo es adaptarte al ritmo vietnamita y no mirar mucho a los lados (ni hacia atrás, ni hacia…).

En bici a la playa de Hoi An

Curso de cocina

Curso de cocina

En muchos lugares de Vietnam ofertan cursos de cocina vietnamita, nosotros llevábamos mirándolo un tiempo pero en ningún sitio bajaba de los 20 US$ por día y persona. Y para que nos entendamos, NO es un curso de cocina, consiste en unas horas en las que te enseñan a cocinar varios platos y como mucho te llevan al mercado local también para que compres la materia prima.

En Hoi An encontramos nuestro restaurante favorito, el Cafe 43. Buscad su ubicación en internet, no están en el casco antiguo pero está cerca. Es barato, la comida está muy buena y la bia hoi (caña de barril) está a 3000 dongs, o lo que vienen a ser unos 10 céntimos de euro (hay más sitios con estos precios en Hoi An).

El caso es que en este Cafe 43 puedes hacer un curso de cocina. Elegimos 3 platos entre Carol y yo (en nuestro caso spring rolls, pollo al curry y cerdo agridulce) y te los enseñaban a cocinar -y luego te los comías, mu ricos-. Al final pagas lo que valen los platos (que son muy baratos, como 2 US$ o 3 US$ cada uno) y 5 US$ más cada uno por la lección de cocina, o sea que sale bastante bien.

Nuestro pollo al curry

Nuestros spring rolls

Compras en Hoi An

Compras en Hoi An

Hoi An es la ciudad por excelencia para la compra de textiles. Hay infinitas tiendas de ropa y muchas señoras que te hacen a mano chaquetas, vestidos, trajes, pantalones, zapatos… ¡De todo!

Eso sí, no es tan barato como la ropa prefabricada que encuentras en mercados de Asia, pero si buscas algo con un poco más de calidad puede ser un buen sitio para hacer compras, además tienen diseños bastante originales.

Nosotros no íbamos buscando nada ni yo llevaba intención de comprar, pero como puse más arriba al final me dejé engañar y me compré una chaqueta a una señora la mar de maja que me la rebajó hasta el infinito (según ella). Por si alguien quiere pasarse a preguntar, el sitio se llama Yellow Sun y está en la calle en la que están la mayoría de tiendas de ropa. Eso sí, a cambio de una importante rebaja (me la dejó en un tercio del precio original) a lo mejor te hace escribirle varios rótulos en inglés para poner en la calle con sus últimas ofertas, como le tocó hacer a Carol. Menuda personaje más salá la dueña.

Comerciante aguerrida con carteles pintados por Carol

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