Respuesta: Primero me gustaría aclarar una cosa: Normalmente se cree y se dice, incluso por expertos, que muchos santos han salido de leyendas no comprobadas y muy posteriores al momento en que cuentan que vivió dicho santo. Esto es cierto sólo en parte. Para que surja un escrito, legendario o no, es necesario que "algo" haya habido antes: una existencia difuminada, un culto muy anterior. Precisamente las leyendas (de santos u otras), se escriben para dar respuesta a algo que se conoce solo a medias pero de lo cual no se tiene constancia de sus orígenes o causas. Y este esquema siguen los mismos evangelios, donde hubo una experiencia, una predicación, un culto, y luego una escritura; en este orden. En el caso de Bárbara: no tengo duda que hay un germen de verdad: una mártir conocida y venerada localmente, incluso es posible que sea más de una, cuyas vidas se hayan fundido en una leyenda.
Entendido esto (creo me expliqué bien) pasamos a la pregunta.
Santa Bárbara, virgen y mártir. 4 de diciembre.
Lo más antiguo escrito, conservado, que se conoce de Santa Bárbara, es del gran hagiógrafo de la antiguedad San Siméon Metafraste (28 de noviembre) que escribió su "vida" en el siglo VII, pero consciente de que ya era conocida y venerada por lo menos desde el siglo IV, por lo que debió basarse en documentos anteriores. Este escrito menciona algunos datos milagrosos, y aleccionador, pero se puede considerar bastante fiel a un hecho real. Otro escrito importante, pero que hace demasiadas y sospechosas incidencias en lo milagroso es un códice del siglo IX y es el que ha conformado la historia de Bárbara como la conocemos hoy día. Hay varias versiones sobre su martirio: unas situan el hecho en el 235, mientras que otras lo hacen en el 305 u otras fechas. Tampoco existe unanimidad en el lugar donde se produce el martirio, siendo Nicomedia (Asia Menor), y Heliópolis (de Siria o de Egipto) los sitios más probables. Otra leyenda la quiere en Hipona, Sacandriglia o incluso en Roma, sin mucho criterio. Asimismo se disputan la posesión de la venerada tumba las ciudades de Piaenza, Reti, Venecia, Mantua, Padua y Babilonia. Las reliquias de la Santa, se hayan repartidas por todo el mundo, y de ser todas verdaderas, plantearían serios problemas de anatomía, por su cantidad y disparidad de tamaño. En San Juan del Hospital, Valencia se venera la columna en la que fue azotada y otras reliquias.
Santa Bárbara que se
venera en San Nicolás de Bilbao
Juliana, una chica de la que no se conoce nada, es martirizada junto a Bárbara. Unas versiones dicen que se bautizó ella misma, otras que le bautizó San Juan Bautista (24 de junio, Natividad; 23 de septiembre, Imposición del nombre; 24 ó 21 de febrero, primera Invención de la cabeza; 29 de agosto, segunda Invención de la cabeza, hoy fiesta de la Degollación; 25 de mayo, tercera Invención de la cabeza), y la más valiente, que el mismo Cristo lo hizo apareciéndosele.
Se habla de que Bárbara y Orígenes, el gran escritor cristiano, mantuvieron correspondencia. Otras leyendas narran que Bárbara fue flagelada, pero los azotes se convertían en plumas de pavo real (este animal le está consagrado a Santa Bárbara). Se dice de que al ser desnudada del cielo cayó un manto blanco de pureza que la cubrió. Otros van más allá y nos dicen que escupiendo a los ídolos de su padre estos cayeron destruidos. Padeció, además, los martirios del fuego, el potro, fue apedreada, que le cortaron los pechos, golpeada de diverosos modos, etc. Otros escritores, como Simón Metafastre, nos narran que su baño quedó consagrado para siempre como una piscina milagrosa en la que los que se bañaban obtenían la curación, lo cual está constatado en el culto que recibió. En fin, que según pasó el tiempo y la devoción creció, los detalles milagrosos fueron aumentando.
Santa Bárbara da la comunión
a San Estanislao Kostka
La genérica espada martirial se hace casi fija, por el martirio final de la decapitación. La torre ya está presente desde el medievo, junto al rayo, que va perdiendo fuerza para irla ganando, desde la contrareforma, el cáliz con el sacramento. A esto contribuyó, sin duda, la predicación jesuita, que la pone bajando del cielo y dando la comunión al devoto joven San Estanislao Kostka (13 de noviembre y 15 de agosto). Este milagro, más la protección contra la muerte súbita, la consagró definitivamente como especial abogada a la hora de la muerte y para no morir sin sacramentos. Solo San José podría desbancarla de este patronato y sólo el siglo XIX.
Respuesta: Antes de ver la imagen había hecho a la idea que era un tipo de imagen donde se vería a Santa Bárbara con la Virgen María, pero al llegarme, ya veo de que va la cosa. Se ve que han usado la primera virgen negra que han hallado y han dicho, "si es negra, es africana, por tanto, es Santa Bárbara Lucumí". Segundo, en esta imagen, "santa bárbara" no es el personaje femenino, sino que es el niño, porque es Shangó en los brazos de Obbatalá, su madre (otras versiones dicen que esta solo lo crió, pero que su madre es Yemayá). Cuando es niño, toma el nombre de Alufina Kaké. En esta religión Shangó toma forma de hombre o de mujer porque en una ocasión en que escapaba de sus enemigos, Oyá lo escondió, le puso sus ropas y se cortó su pelo para ponerselo a él. Por tanto, los enemigos pensaron que era la misma Oyá y se fueron. Las leyendas tienen su base en un rey real, que existió, fue un déspota y odiado por su pueblo y, sin embargo, las tradiciones lo convirtieron en un dios.
El proceso de sincretismo de la religion lucumí (procedente mayormente de Nigeria) con la religión católica es bastante complejo, pero se puede resumir en que fue la forma que hallaron los esclavos de mantener su religión, tomando sus dioses la forma de los santos católicos. Se habla de imposición, que es verdad, pero se obvia a veces también que estas divinidades no tenían representación alguna en esta religión procedente de África, así que al tomar contacto con otra, aun sin imposición, es bastante comprensible que hubieran tomado las figuras iconográficas que veían. Hoy algunos abogan por representaciones más cercanas a la iconografía y arte africano (que ni por asomo es el caso de la estampa) e intentan volver a los orígenes, separando los elementos católicos de los lucumíes, pero son intentos más de índole cultural y con ciertas connotaciones políticas (separarnos de la Iglesia que nos dominó, eliminar un signo de la esclavitud, etc, etc.) y no tienen influencia alguna en el pueblo creyente, para el que Shangó sigue siendo "Santa Bárbara macho" y ya está. Las semejanzas son mínimas y todas de tipo representativo: manto rojo (que llevan diez mil mártires cristianos más, por cierto), el rayo y la tormenta. Y nada más.