A los 20 años Mathurin fue ordenado presbítero y comenzó una fuerte labor de evangelización. Predicaba, consolaba y hacía milagros para con los enfermos y pobres. Incluso se nos dice que, yendo el tal obispo Policarpo a Roma, dejó a nuestro santo encargado del gobierno de la sede. Tres años más tarde el mismo Mathurin viajó a Roma para librar de un mal espíritu a la hija de un príncipe que era atormentada por un diablo. En la Ciudad Eterna vivió el santo tres años predicando y llevando el Evangelio a los más lejanos sitios. Y allí en Roma falleció el 1 de noviembre de 388.
Mathurin en Roma.
En París tuvo una iglesia dedicada, donde nacería la Orden Trinitaria. En Larchant tuvo otra iglesia, que fue destruida por los hugonotes. Otra iglesia, donde reposan algunas reliquias y se celebra su fiesta el Domingo de Pentecostés es en Moncontour, Bretaña. Es abogado contra las posesiones del diablo, las pesadillas, la locura, la epilepsia. Y es abogado de de los presos, los ceramistas y los bufones o payasos (por la relación con la locura).A 9 de noviembre además se celebra a San Juan el Enano, monje.