De spammers y de cómo estoy hasta las narices...

Publicado el 06 agosto 2014 por Begoña Bravo @AngryBego
Hola.Entre la frustración por haber cancelado el mes temático de Harry Potter por pura pereza y falta de inspiración para estructurar y escribir las entradas y otras frustraciones todavía más grandes, cada vez le doy en muy contadas ocasiones la razón a Omien que la blogosfera es un lugar putrefacto y lleno de personas a cada cual mas ruin y miserable que sólo busca el conocimiento y miles de seguidores a patadas, sin importarle el contenido mínimo del blog y creese más diva que la canción de Dana International.Pero, para vuestra alegría, aquellos egos divinos no se verán afectados en esta entrada. Aunque me repatea ese mundillo en el que cuatro gatos se creen con más derecho por colaborar con 50000 editoriales y tener infinitos seguidores, ese mundillo es otro asunto y de momento no tengo tratos directos con aquellas personas y, por tanto, me la suda un poco lo que hagan, mientras que no me perjudique, aunque, recalco, me repatee que se crean la crème de la crème.
Aquí vengo a despotricar contra ese submundo de la blogosfera que intenta abrirse camino poco a poco, pero de una forma ruin, miserable y poco ortodoxa:Los spammersSí, los spammers, esa maldita y asquerosa pandemia mundial, cuyas personas van apareciendo en mayor cantidad y que como les da pereza currase una aceptable campaña de promoción, creen que con mandando continuos mensajes, exigiendo una atención que ellos mismos dudo yo que la diesen si se les presenta el caso. El spam es un efecto colateral de ser blogger: tarde o temprano nuestros comentarios o/y nuestros emails y redes sociales estarán plagados de esta técnica maligna. Pasando por la industria literaria en potencia que cree que el blogger es una especie de ONG dispuesta a leer y reseñar todo lo que se le ponga por delante, llegamos a los mismos bloggers que simplemente creen que sus técnicas maliciosas son las mejores del mundo.Os voy a presentar dos casos de spam recientes: uno me pasó a mi directamente y otro es tendencia actual en la blogosfera:El primer caso es un chico argentino que tiene un blog de relatos. Me comentó con su táctica perniciosa y tuvo un poco de tino de comentar brevemente mi entrada (por lo menos), pero dejando su url y parte del mensaje genérico ya sembró mi maldad, ya de por sí en constante crecimiento. Total, que fui a su blog y le contesté con mucha amabilidad y encanto (ya sabéis que yo soy Lovely Bego) –nótese la ironía-. Y el elemento eliminó mi comentario, volvió a honrarme con su visita y me dijo que sí me seguía, que comentaba todo y que aquello consistía en una campaña de promoción que hacía cada 3 meses. Yo, viendo que había sido un poco cruel (y al comprobar que sí me había seguido de verdad –normalmente no te siguen-), pues ya me puse un poco más benévola. Aunque eso de campaña cada 3 meses… pero es que yo seguía de ronda blogger y ¡seguía encontrando mensajes de esa persona! y sin comentar la entrada, spam a bocajarro. Y yo volví a indignarme y no volver a creer –ni siquiera a medias- un comentario que medio comente la entrada y luego deje su url como que hacen un favor pasando. Huelga decir que ese blog tiene más seguidores que yo, seguramente muchos conseguidos con esa técnica asquerosa.
El segundo caso es de cosecha española. Una pipiola ha creado un nuevo blog y lo está dando a conocer. Hasta ahí es todo normal, pero llega la táctica. La chica ha ido rastreando la blogosfera, recolectando emails y mandando este encantador fwd, que tan amablemente me han pasado para que os lo pueda reproducir:
¡Hola! Mi nombre es Caradura y soy de Máscame La Comida. Hace muy poco he abierto un blog (http://www.elspammeponeamil.blogspot.com) sobre libros (reseñas literarias, por supuesto), música, películas (críticas), series (más críticas) y cosas random que encuentre interesantes.
Como he dicho antes, he empezado hace muy poco y realmente me gustaría formar parte de esta gran blogosfera. Estoy intentando "hacerme conocer" entre toda la gente que hay, y una pequeña ayuda tuya sería como muy genial. He estado leyendo tu blog y es realmente impresionante, todas tus reseñas son tan buenas que omg *-* 
No sé si querrás ayudarme pero... ¿podrías darme a conocer un poco? Es decir, mencionarme al final o al principio de alguna entrada para que otra gente me empiece a seguir. Tengo pensado hacer una lista de afiliados y me encantaría poder ponerte ahí.
Y, para terminar, me gustaría darte las gracias por leer este email. De verdad, significa bastante para mí. Ya es mucho que alguien se moleste en leer un correo que le has escrito.
¡Muchas gracias! ¡Un abrazo!

(supongo que muchos ya sabréis quién es la personita en cuestión)Y a muchos más les ha llegado, eso sí, con ligeras modificaciones. No vaya a ser que la pillemos, angelico. Y en el margen de una semana, la sujeta en cuestión ha conseguido unos 67 seguidores. Y la mayoría de ellos conseguidos con esta técnica. Simplemente es más miserable que el anterior. Pero lo que me repatea de todo esto es la cantidad de gente que pica el anzuelo. Que no se da cuenta de que a ese spammer los blogs le importan una sagrada mierda y que sólo quieren público y más público. Da igual que se curre el blog y lo ponga bonito, lo importante para ellos es tener visitas, comentarios… Intentan colarla y suelen conseguirlo. Pero lo que más me toca las narices es la general pasividad que hay hacia al spam por la blogosfera. Incluso a mí, que suelo quejarme, han llegado a decirme que me paso con ellos. ¿Y ellos no se pasan? ¿Es que acaso os gusta de verdad que os hagan spam? Porque en la mayoría de los casos parece que sí. Y es patético y lamentable. Con esa actitud, se deja que sigan viniendo a dejar esos mensajitos y seguir colarla.
Ya sé que esto nunca va a desaparecer, pero hay que hacer algo para que vean que no somos tontos (yo no creo que lo seáis, ni mucho menos) y ver que no nos cuelan una cosa que no es cierta. Y mucho menos, que nos exijan a hacer algo que ellos, generalmente NO suelen hacer. PARA LOS SPAMMERS: Sepáis que yo seguiré respondiendo a todos aquellos que se les ocurra dejarme spam, tanto en el blog, como en las redes sociales. Y ya podéis decir que tengo aires de superioridad o lo que os salga de las narices, pero NO voy a consentir que suela tardar en trabajarme hasta 2 ó 3 días una reseña y vengáis y me jodáis la entrada con vuestra mierda de comentarios.
No dejemos que intenten tomarnos el pelo. 
NO AL SPAM. POR UNA BLOGOSFERA SIN CARADURAS.