El primer establecimiento fue la taberna Txakolina, que se encuentra en la calle Fuencarrala, 85. Es un bar que siempre está lleno, pero en esta ocasión tuvimos la suerte de que no fuera así y pudimos ver más tranquilamente sus numerosos pinchos. Existen tapas para todos los gustos y los precios oscilan entre los 2,5 euros y los 3,5, aunque algunos como las bombas rellenas se salen de este precio. Eso sí si os pedís una tapa de estas seguro que ya habéis comido, porque son enormes.
La verdad es que es la tercera vez que estamos en este bar y las tapas nos encantan. En este caso nos pedimos una chistorra envuelta en patata y coronada con un huevo de codorniz y tortilla francesa enrollada rellena de jamón, queso y ensalada. Ninguno de los dos pinchos defraudaron y como no acompañados de un par de tercios de cerveza.