Estamosrecibiendo un bombardeo de noticias y asistimos (el común de los mortales por televisión, aunque se cambie de canal) a un cansino relatar de corrupciones, gente que entra en la cárcel o gente que sale de la cárcel, gente que colaboró, gente que hizo la vista gorda e incluso asesinatos que tienen sobre su falta de esclarecimiento la terrible duda de “cosas”… o de las cosas más o menos inexplicables. Veamos un par de ejemplos: a mí me parece imposible la torpeza de las autoridades encargadas para no ver que salía tanto dinero de este país, por otra parte también me resulta raro que, a estas alturas y después de remover lo removido, no se sepa dónde está lo que quede de la pobre Marta del Castillo. ¿A ustedes no? El resultado de esto es que ya, desde que todo es televisado de la manera en que es televisado, poquitas cosas sorprenden.
Son dos sencillos ejemplo, tal vez sean ejemplos inocentes porque el que escribe es poco experto en tales cuestiones. Ahora bien, al respecto de la información, tengo el disgusto de contarles que el pasado viernes, a la hora de la tapita, que como saben siempre se alarga un poquito más en ese día, fui incapaz de ver un programa de noticias entero y comprobé el desinterés general por lo público aunque, como ya se espera, estuviera más o menos tele-amañado. El desarrollo de nuestros diálogos cruzados, donde pocos nos enteramos de algo, pasaba desde el: “¡dos de boquerones en vinagre! ¡Marchando, Migué! (perdona que revele tu nombre, Miguel) a “Cambia a ese tío hablando siempre de lo mismo en la puta tele y no me amargues el fin de semana, coño!” “¡Pon a Juan y medio, déjate de política, que ese sí que tiene gracia, politiquero, que estás tú hecho un politiquero! ¿Tú tienes dinero en Suiza ni na, so desgraciao?” -“Yo tengo más pasta que tú, pringao, y no se la he dao al Barcena pa que me la lleve a Suiza porque no le cabía en la maleta y que porque no fio del pájaro ese, tan entearo o tan enterao. Anda toma los boquerones y cállate ya, muerto jambre”
(Otra voz popular) “!Quieto y paro! ¡Peaso de mi Sevilla! Y un respeto, que aquí de lo equipillo está prohibio hablá. (Reotra voz popular) Po si hay que hablá de equipo grande aquí se habla del Madrí o to er mundo callo ¿O es que hay otro más grande?
(Requeteotra voz popular) No me tire de la lengua, no me tire de la lengua. No me busque que me encuentra. Vamos, que eso que habéis hecho de fichar al pavo ese por una jartá millones en las circunstancias en que está el paí es pa pegaros un tiro a to los merengue… (Irreproducible para Facebook el comentario que siguió) (La misma reotra voz popular) Eso que tu dice, de lo que va, es de la envidia cochina de los culé. Que este año o vais un lleva un saco de gole pa la Cataluña esa Independiente.
Salud y República. Eugenio Manuel Díaz Herezuelo
اِوخينيومانويلدياساِريسويلو
Nota del autor: Los escudos de los equipos de fútbol están sacados de sus respectivas páginas, sin que por ello se haya abonado derecho de imagen alguno. La Fotografía final fue publicada en internet. En cuanto a la ortografía utilizada, el autor, andaluz de Huelva y de Cádiz, se reserva el derecho de investigar en el conjunto de nuestra gramática, rogándole a todo andaluz que lo desee, su apoyo para culturizarse adecuadamente al respecto.