De traspasos, comecocos y canciones del verano

Publicado el 20 febrero 2010 por Pirrimarzon

Entender la vorágine de traspasos de última hora que se sucedieron antes del trade deadline sólo tendría sentido si se antepone en la historia el famoso verano del 2010, en el que quedarán en la agencia libre nombres como LeBron James, Chris Bosh, Dwyane Wade o Joe Johnson. Cualquier extrapolación temporal de hechos resultaría caótica e inútil, un sistema de ecuaciones/comecocos con demasiadas variables para tan pocos genios.


Hasta este punto diferencio a 3 tipos de franquicias: los que han apuntalado su plantilla ahora, a los que les urge fichar a cualquiera de estos nombres en verano, y los que no tienen esperanzas ningunas en contratar a ninguno de ellos para tal fecha. Así de simple, y así de complicado, porque el lío de contratos expirings, con team option, player option y demás variables, es monumental.
Por poner un ejemplo de cada:


Cleveland Cavaliers: Jamison cubre la posición de 4 anotador y fiable (aunque anoche no diera buena cuenta de ello). Conforma un juego interior temible, con Shaq, el propio Jamison, Varejao, Hickson, y la presumible aportación de un Ilgauskas, que sólo firmaría por los Cavs si pacta el buyout con los Wizards (muy probable, por otra parte). Todo tipo de variantes. ¿Se puede rodear mejor a LeBron? Posiblemente con lo que estaba en el mercado, no. Traduzco: si James finalmente decide hacer las maletas rumbo a otros mercados, deja a los Cavs compuestos y sin estrella. Putadón, de acuerdo, pero ellos no podían haber hecho mucho más.


New York Knicks: hipoteca lo que queda de temporada al verano que viene. Pasa de tener un presupuesto en salarios de 84 millones de dólares a otro de 7 (sin opciones). Jugada maestra de Donnie Walsh, sí y sólo si consigue el objetivo marcado. Target one: LeBron. Target two: Wade. Target three: Bosh. Y sus posibles combinaciones, porque con esa manga ancha se podrían hacer maravillas. Mientras tanto, D'Antoni hará el paripé con McGrady, que ya ha dicho que le gustaría renovar con los Knicks, sin haber debutado y todo (no quiere perder el tren), con el expiring de Lee, y con Sergio Rodríguez. Curioso el movimiento del canario. Puede pasar de ser suplentísimo en los Kings a titularísimo en los Knicks, y si lo hace bien, firmar una renovación por una franquicia saneada y con un futuro prometedor. Del infierno al cielo en 0.3.


Sacramento Kings: no desvelo nada nuevo si digo que soy de los Kings. Pues bien, haciendo gala de los más deslumbrantes juegos malabares, nuestro "querido" General Manager ha realizado la jugada maestra si cobrara de otra franquicia que no fuera la californiana. Algo así como un tocomocho visto y no visto. Pasar de tener un titular pretendido por media liga a un suplente (contrastado, eso sí) es como poner al zorro como guarda del gallinero. Que sí, que tenemos más margen salarial... ¿para qué? ¿acaso optaríamos a fichar a alguno de los agentes libres del famoso verano? Suspenso y para septiembre, a la espera de la recuperación (si es que via draft no conseguimos algún chollo). Y a todo esto, Evans tiene todas las papeletas para seguir siendo el base del equipo. Es como si un piloto de F1 condujera el taxi. No hay más ciego que el que no quiere ver.


Mención especial a Daryl Morey, General Manager de los Rockets, que ha realizado un maniobra ejemplar para su proyecto. Sustituye a un McGrady marginado por un Kevin Martin que aportará desde el inicio, a un Landry suplente por dos jugadores de equipo, y encima se lleva un pick del draft del 2012 (protegido, eso sí). ¿Lógico? Pues sí. A sabiendas que no aspira a conseguir (ni creo que pretenda) a alguno de los TOPs de los que hablé antes, ha tratado de apuntalar los puestos necesarios, confiando en que Adelman haga el resto. Dicen que trató de pujar por Stoudemire hasta el último momento (yo no me lo creo) ofreciendo a Scola, Battier y alguien más. Craso error. Por su bien, mantienen la estructura, disminuyen costes salariales, a la espera de la recuperación del chino (que nadie se olvide de él).


Mientras tanto, a esperar a que llegue el verano. Satriani, tú sí que sabías lo que iba a pasar, y te anticipaste a todos...