El noble local, el conde Gosbert, también abrazó la fe cristiana, y como estaba casado con Geilana, la esposa de su hermano fallecido, Kilian les amonestó por aquel matrimonio ilegal (lo era en su momento) logrando que, por coherencia con la fe que había profesado, el conde repudiara a su mujer. Esta juró venganza y a la primera que pudo, cuando Gosbert partió a un viaje, contrató a dos sicarios para que asesinaran a Kilian y a sus colaboradores. Fueron atravesados con la espada y, al igual que se lee de San Bonifacio (5 de junio), uno de los golpes atravesó una Biblia que, sería la misma que se muestra en la Biblioteca de la Universidad de Würzburg, pero no hay pruebas de ello. Luego de martirizar a los tres santos, los asesinos los metieron en un establo. Cuando Gosbert regresó, uno de los asesinos confesó el crimen, y terminó suicidándose. Hallaron el sitio del enterramiento en el establo, y al excavar, aparecieron los tres cuerpos incorruptos. Por su parte la malvada Geilana enloqueció (en la iconografía aparece muchas veces sostenida por el demonio). El martirio habría ocurrido en 688.
Aunque, salvo esta leyenda, no hay registros históricos de esta misión evangelizadora, el culto a los tres santos se puede documentar a inicios del siglo VIII. En 708 consta una iglesia en el castillo de Gosbert, en la que se guardaba la memoria de los tres santos evangelizadores. En 740 ya figura la veneración de sus reliquias en el sitio de su muerte. El 8 de julio de 750 San Burkhard de Würzburg (14 de octubre) elevó las reliquias de Kilian, Colman y Totnan, canonizándolos; y este día quedó como el de su festividad. San Kilian es patrono de toneleros, tejedores y cultivadores, y se le invoca contra la gota, las enfermedades de los ojos y el reumatismo.
Fuente:
-https://www.heiligenlexikon.de
A 8 de julio además se celebra a
Santa Sunniva de Noruega, virgen, y ocho compañeros mártires.
Santa Morwenna de Cornwall, virgen.