En 633 Claudio renunció al obispado para tomar el hábito monástico en el célebre monasterio de Condat, fundado por Santos Román y Lupicinio (28 de febrero) en el siglo V. En 638 fue elegido abad de la comunidad y durante años llevó al monasterio a tener un prestigioso lugar en la Francia carolingia, y tanto que, después de su muerte, hasta hoy, se le conocería como monasterio de St-Claude. Sobre los días finales del santo hay gran duda, pues en 685 volvemos a hallar un Claudio obispo de Besançon, del que casi todos los hagiógrafos dicen es nuestro santo. Pero, sin embargo, su muerte está perfectamente documentada a 6 de junio de 699 en el monasterio de Condat como abad.
Fue sepultado en la iglesia abacial y durante siglos su sepulcro fue muy venerado, y su culto extendido por toda Francia. Su sepulcro fue profanado en 1794 por los revolucionarios franceses y su cuerpo incorrupto fue quemado por completo menos el antebrazo, salvado por por un revolucionario que aún conservaba algo de piedad. Hoy se venera en la catedral de Besançon. Es abogado de los jugueteros, los comerciantes, los camareros y panaderos, y se le invoca contra la cojera, los accidentes y las caídas peligrosas.
Fuentes:
-https://www.heiligenlexikon.de
A 6 de junio además se celebra a:
San Iarfhlaith,
eremita y obispo.
San Felipe el Diácono.
San Agobard, obispo.