Esta leyenda del caballo lleva a confundirle en ocasiones con otro San Alar, un eremita bretón abogado contra las enfermedades equinas y del que se cuentan leyendas relacionadas con los caballos. Falleció el santo obispo sobre 465. Varios sitios de Bretaña le tienen como patrón, especialmente ante las enfermedades de los equinos. En Quimper el último domingo de octubre se celebraba una procesión en la que se bendecía a los caballos.
A 26 de octubre además se celebra a San Eata de Hexham, obispo.