De Vanessa a Jimena

Publicado el 30 marzo 2015 por Javiersobrevive

Una de las cosas que menos soporto ahora en el mundo es tirar comida; cuando están mis hijos en casa durante una temporada tengo que hacer la compra con más frecuencia y prefiero ir varios días a ir uno sólo y encontrarme con que se me pueda estropear algo. Como soy padre de tres niños me he convertido también en un experto en encontrar chollos en los supermercados; el otro día había una bandeja de San Jacobos de pollo que le quedaban 3 días para caducar y me encuentro con que estaban liquidando cada bandeja a 1,13€, una cifra un poco rara, pero me llevé todas las existencias, ya me ocupé yo de que no se les caducara nada.

Cuando llegué a la caja me puse a comentar la jugada con la cajera, como dice mi hija siempre hablo con todo el mundo, y la cajera me dijo algo que además me resultó bastante triste, “menos mal que lo ha cogido usted porque si no habríamos tenido que tirarlo”. Se me hace muy duro escuchar esas cosas y la verdad es que en este caso esta cadena de supermercados lo estaba haciendo muy bien porque el precio era un auténtico chollo.

Mientras estaba hablando con la cajera llegó una abuela con su nieta de aproximadamente cinco o seis años, se pusieron detrás de nosotros y de repente oigo decir a la abuela: “Estate quieta Jimena….” ¡Jimena! No es que el nombre sea feo, no lo es, es un nombre bonito y con mucha historia pero la verdad es que se me hace un nombre un poco difícil. Hemos pasado de un extremo al otro con los nombres de los niños. Hemos pasado de Vanessa a Jimena y de Jonatan a Rodrigo y no es que en la nueva moda en nombres para los niños haya nombres feos, no lo son, pero me parecen nombres un poco complicados. Me gustan más desde luego que las Vanessa y las Jessica  y no digamos los Jonatan y los Steven o el ya mundial Kevin Costner de Jesús, pero tampoco hay que ir al otro extremo.

Y lo más curioso es que los padres de esos niños son los susodichos de los nombres horteras, son matrimonios formados por Jessica y por Kevin; ahora a sus hijos les llaman Jimena y Rodrigo. Son nombres bonitos, del castellano antiguo, pero a mi me parece que esos nombres son como para pretender que nuestros hijos parezca que vienen de una pata del Cid, o de alto linaje, aunque sólo sea por el nombre.

¿Donde están los nombres normales y sin estridencias? ¿Donde está el simple María de toda la vida? En los nombres pasa como pasa con casi todo en la vida, mejor las cosas normales y poco estridentes, mejor lo simple y lo fácil, mejor lo discreto. Por supuesto que cada uno puede llamar a sus hijos como quiera, pero hay que recordar que un nombre es para toda la vida y hay nombres que en lugar de nombres son venganzas.