Al adquirir pintura para nuestra casa, lo recomendable es conseguir la cantidad más exacta posible, dependiendo de los metros a pintar y del número de manos que necesitará pero también es lo más complicado y como dice el refrán: más vale que sobre y no que falte. El problema viene cuando tenemos almacenado restos de pinturas ocupando espacio y sin saber que podemos hacer con ellas.
Por supuesto, con las sobras podemos deshacernos en los puntos limpios de nuestro municipio, sobre todo si son de aceite, pero también es posible reutilizarlas nosotros mismos.
En lo primero que nos cabe pensar y creo que todos en algún momento habremos hecho, es aprovechar esos restos de pintura para cubrir aquellos desconchones o cualquier otro desperfecto que se haya podido producir al cabo de un tiempo, pero claro, tendemos a encontrarnos con el problema de la conservación y podemos encontrar la pintura seca. Para ello es conveniente que sepamos como conservarla:
- Para conservar la pintura el máximo tiempo posible (teniendo en cuenta que la pintura puede y debe durar años) es primordial que su recipiente sea lo más hermético posible, podemos usar frascos con rosca para guardarla y en caso de usar su recipiente original, es conveniente que los bordes, que suelen quedar manchados de pintura, los hayamos limpiado para que su cierre sea correcto, cubriremos con plástico bien colocado y sellado y el recipiente (sea cual sea) es interesante colocarlo boca abajo, con esto evitaremos cualquier posible entrada de aire que seque y estropee nuestra pintura.
- Otra cuestión a tener en cuenta es su lugar de guardado, este debe de ser fresco y seco, evitando la exposición al sol o al frio.
Para recuperar la pintura cuando la queramos volver a usar la revisaremos, si se ha formado una película sobre ella, se corta con un viejo cuchillo y la retiramos, la movemos bien y si hay grumos de pintura seca que no se disuelve podemos colarla a través de una gasa colocada bien tensa o una vieja media.
Otra utilidad para esos sobrantes, en este caso solo si es pintura acrílica o de látex, es crear con ella nuestra propia pintura pizarra.
La receta es sencilla, tres partes de pintura, dos de yeso seco y una de agua tibia, movemos muy bien hasta que sea una mezcla homogénea. Con esto hemos conseguido crear nuestra propia pintura pizarra, totalmente casera y reutilizando restos de pintura que en un principio sobraban y que ahora podrá dar color al lugar que seguro será el favorito de los más pequeños de la casa.
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