Pues si ya estoy de nuevo aquí, un poco más tarde de lo que pensaba, pero es que agosto y principios de septiembre han sido una odisea. Como os comenté cuando desconecté mis vacaciones iban a ser solo cibernéticas, ya que agosto lo pasé trabajando, sin embargo no quise renunciar a hacer una escapadita el primer fin de semana y aprovechando que mi sobrina estaba de prácticas en la Rioja nos liamos la manta a la cabeza y pusimos quilómetros por medio tan pronto terminé el viernes de trabajar.
La verdad es que no me puedo quejar porque este agosto ha sido light en cuanto a trabajo y he tenido un horario de lujo que me ha permitido disfrutar de mis lecturas, de salidas y escapadas... Y es que cuando vi que no tenía contrato para septiembre me faltaron las horas para organizar un viaje a tierras gallegas, esta vez más sosegado, con más días de por medio y sobre todo con menos cansancio acumulado en el cuerpo a pesar de la jartá de quilómetros que nos hemos metido entre pecho y espalda durante 7 días.
A pesar de haber leído mucho, no he reseñado nada, tan solo un par de esbozos que al final no culminaron en reseña y que hay que revisar de arriba a abajo, espero publicar alguna reseña esta semana porque tengo tantas por escribir que creo que si no leyera ni una letra en el mes de septiembre no se notaría, y puede que tampoco durante octubre, sin embargo me lo voy a tomar con calma y voy a ir escribiendo, pero mi vida no volverá a la normalidad hasta finales de mes y tendré que conformarme con ir apareciendo de forma esporádica.
Ya llevo unos días dejándome caer por vuestros blogs, pero no siempre comento porque tengo mucho trabajo por delante, así que me tendréis que perdonar hasta que vuelva del todo a casa, porque sigo en la playa y no tengo previsto regresar a la rutina hasta el 21 o 22 de septiembre.