De vuelta a la normalidad

Por Kira @un10enbelleza


Como os comentaba en el post de Mis favoritos de verano de Sensilis, ya se me han acabado las vacaciones.

Pero, como ya habréis notado, el blog aún no ha vuelto a la normalidad y no estoy publicando a diario.

Eso es debido al lío que tengo desde que volví y es que la ropa no se lava ni se coloca sola y eso de que "la casa si no estás no se ensucia", vamos a dejarlo.


Así que me queda el tiempo justo y me está costando arrancar. Siempre me pasa lo mismo después de un tiempo de parón.

Pero con este post le voy a declarar la guerra a la pereza y volver a mi rutina bloguera.

En cuanto a las vacaciones, como os había comentado, primero pasé unos días en el pueblo de mi marido disfrutando de la compañía de la familia y de los amigos y también de la maravillosa piscina que me daba la vida cada día.

Y después nos escapamos unos días a La Manga (Murcia).





Este año nos hemos decidido por este destino porque, aunque las pasadas vacaciones fueron maravillosas e inolvidables, he de admitir que ni Zahara de los Atunes (Cádiz) ni Nerja (Málaga) son los mejores sitios para que un niño de 2 años se inicie en la playa.

El año pasado de hecho, Asier lo pasó fatal por el Levante y las olas, así que buscábamos la tranquilidad absoluta en todos los sentidos.

Y La Manga es ideal porque es como una piscina gigante (no sólo por la ausencia de olas sino por lo calentita que está) de la que el peque, de hecho, no quería salir.




Además, nuestro apartamento tenía piscina así que si nos cansábamos de la playa teníamos otra alternativa.
Además, podíamos disfrutar cada tarde de las espectaculares puestas de sol.



Y alguna que otra noche de la gastronomía de la zona.




Otra de las ventajas de La Manga es que puedes elegir entre el Mar Menor y el Mar Mediterráneo.

Por cierto, no tienen nada que ver.

La arena del Mar Menor es más gorda con más piedrecitas incluso dentro del mar pero en el Mediterráneo la arena es más fina, el agua más clara y el fondo del mar no tiene ni una piedra.




La desventaja del Mar Menor, sin duda, son las medusas porque, aunque sean de las que no pican, si que es cierto que son bastante desagradables de ver y da un poco de cosa nadar junto a ellas.

Y en el Mediterráneo ya hay más olas, el agua está algo más fría y, por lo que entendí, las medusas no son tan inofensivas.




Así que ya es elegir según lo que estéis buscando.

A la vuelta de La Manga, volvimos al pueblo de mi marido a disfrutar de la montaña en esta ocasión y de la tranquilidad.

¡Ah! y a mediados de agosto de sus fiestas que son geniales y que siempre solemos disfrutar en la peña de la que somos socios pero este año no ha podido ser (aunque ha sido sólo por esta vez, en breve, volvemos a la carga).

Y bueno, aquí acaba la crónica de mis vacaciones de verano que no han sido tan maravillosas como las del año pasado pero de las que he disfrutado igual o más.

Y, como os digo, espero pronto poder volver completamente a la normalidad y ofreceros a diario todas las novedades de belleza que son muchas.

¿Qué tal vuestras vacaciones? ¿Aún las estáis disfrutando o ya se han acabado?