De vuelta al trabajo

Por Spanierin

Hoy he ido por primera vez a trabajar en Austria. Y cuando digo "he ido" lo digo literalmente, en el sentido de desplazarme desde casa hasta el trabajo, que ya no está ni en la planta de abajo ni en el edificio de enfrente, sino en la ciudad de Salzburgo. Después de dos años vuelvo a necesitar el transporte público para ir al trabajo, vuelvo a dormir alejada de mis compañeros de trabajo, vuelvo a poder pasear desde casa hasta la estación del tren...

De hecho, hoy he saludado a tres desconocidos por la calle cuando iba de camino hacia la estación. No por nada, sino porque el Cocinero alemán dice que en los pueblos se hace así, y como, a pesar de vivir en una ciudad pequeña, la gente se comporta como si fuera un pueblo... pues ala, a cumplir con las tradiciones. Ése es uno de los motivos por los que no soy capaz de discernir si vivo en una ciudad o en un pueblo, así que diré que vivo en un "ciublo".

Por lo que respecta a mi nuevo trabajo, puede que algunos hayáis intuido que aquella segunda entrevista que tuve que hacer en Salzburgo en su momento salió bien. No sólo bien, muy bien diría yo, ya que en origen me ofrecieron un mes de contrato y, cuando organizamos una tercera cita para firmar el contrato me dijeron que alguien acababa de marcharse de la empresa y me propusieron quedarme con su puesto. Así, sin anestesia ni nada.

Del trabajo en sí, simplemente decir que he cambiado los horarios horribles del restaurante por una jornada de 8 a 19 horas con una hora entera para comer. ¡Una hora entera! ¡Pero si hasta ahora tenía que conformarme con 15 minutos como máximo! Yo no sé qué hacer con tanto tiempo, de verdad... Creo que me llevaré crucigramas para entretenerme todo ese tiempo. Aunque lo que más me gusta de mi nuevo trabajo es el hecho de que puedo cenar en mi casa y que tengo los domingos libres. ¡Por fin vuelvo a ser una persona normal!

Ya hablaré en otro momento sobre la casa. Por ahora tengo que re-acostumbrarme a acostarme a horas decentes para que me dé tiempo a descansar y a desayunar. En casa, claro.