Tras seis meses de descanso bloguil, estoy de vuelta. La verdad es que me ha venido muy bien estos meses de descanso, porque no podía con todo, y lo cierto es que no es que ahora tenga más tiempo, pero sí es verdad que cada vez que probaba un producto nuevo, o veía una alfombra roja, o probaba un restaurante nuevo, me acordaba del blog. Así que he decidido volverlo a intentar. No sé con qué frecuencia publicaré pero al menos lo haré. Espero tener tiempo también de pasarme por vuestros blogs, y no estar tan desconectada.
Y tras esta introducción, vamos con una de las novedades que os quería enseñar. Si recordáis, me gusta utilizar cosmética natural y hace años que en la piel de la cara me trato con aceites vegetales, aceites esenciales, aloes y cosas de ese tipo. En los últimos tiempos me ha dado por investigar sobre la rutina de belleza coreana y he ido añadiendo pasos a mi rutina. Llevo apenas un par de semanas con ella pero lo cierto es que la doble limpieza y algunas otras cosas que he adoptado han hecho que mi piel esté mucho más luminosa y perfeccionada (y eso que yo me la veía estupenda, modestia aparte jajaja).
El caso es que investigando sobre cosmética coreana he visto algunas cosas muy interesantes, pero sobre todas, las esencias, esa especie de pre-sérum que a las asiáticas les vuelve locas y que se supone que es elemento diferenciador con respecto a nuestras rutinas. Y tras mucho investigar, me decanté por esta Primera Esencia, aún más ligera, que se aplica sobre la piel limpia y antes del tónico (o hidrolato en mi caso). Me gustaron los principios activos, las opiniones que leí de él y, sobre todo, que aunque no es 100% natural sí está libre de Aceites minerales, parabenos, GMO, ingredientes animales y colorantes.
Esta Primera Esencia de la línea Time Revolution de Missha es un éxito de ventas en Corea y promete estimular la regeneración celular y prepara la piel para los siguientes pasos. Contiene un 90% de fermentos activos para rejuvenecer y mantener sana la piel, mantenerla transparente y vital y luchar contra las arrugas y las manchas. Ingredientes activos: Extracto de cebada morada fermentada del Himalaya, levaduras, ácido láctico, extracto de regaliz, romero, camomila, centella asiática, portulaca oleacera, niacinamida y adenosina.
Y ahora mi experiencia: Tras lavar mi piel con aceite de jojoba primero, y luego con un limpiador jabonoso a base de hierbas del que os hablaré en otra ocasión, echo en la palma de la mano unas gotas y las aplico por la cara, cuello y escote. Con 10 gotas da para todo. Se puede aplicar también con un algodón pero me da la sensación de que así se desperdicia más producto. Doy toquecitos con los dedos y pequeñas palmaditas para ayudar a la penetración del producto, dejo pasar un minuto más o menos y aplico el hidrolato. Si vas con mucha prisa por las mañanas puede sustituir al tónico y ahorrarte este paso, pero yo prefiero hacerlos todos.
La piel queda hidratada y con una sensación cómoda, ni grasienta ni tirante, aunque sí se siente como más firme, un poco estirada hacia atrás. Esa es mi percepción Jajaja! Llevo usándola pocos días para hablar de efectos más profundos pero la piel sí que la veo luminosa y uniforme, así que de momento tiene mi aprobado. Me gusta y, si continúa en esa línea, se convertirá en un básico en mi rutina facial seguro.
Y vosotras ¿Habéis probado la cosmética coreana? ¿Os gusta? ¿Qué opináis de esta marca?