Pues sí, triste pero cierto: el domingo pasado a estas horas estábamos retozando en las piscinas del Papagayo Arena en Lanzarote con una temperatura fantástica de 25-26ºC, y ahora estoy aquí, de vuelta en el norte de la península, que nos ha recibido con un día totalmente plomizo, donde el sol brilla por su ausencia y con algo de agua. Está siendo un verano de escándalo en tierras norteñas y no tiene pinta de mejorar (aquí arriba en Agosto no suele hacer buen tiempo, asi que...).
Turno ahora para volver a la rutina y coger el ritmo de nuevo, pues este mismo martestoca volver al trabajo. No será fácil, sobre todo teniendo tan reciente esta semanita de relax que hemos pasado en la fantástica isla de Lanzarote, un lugar de ensueño que merece la pena recorrer y que os recomiendo a tod@s: clima estupendo, playas paradisíacas de aguas cristalinas, relax total, muchos rincones por descubrir y la mejor de las compañias. No se puede pedir más. Bueno, qué demonios, sí que se puede: la próxima vez, que duren 3 semanas mínimo...
También es el turno de retomar e incrementar el ritmo de publicaciones del blog, algo abandonadillo estos últimos días, bien por trabajo o bien por estas vacaciones que hoy han tocado a su fin. Habrá que ponerse al día en cuanto a estrenos, trailers, pósters, incorporaciones, noticias destacadas y todo lo que se le ocurra a esta cabeza, un tanto abotargada con tanto relax y tanta tumbona de piscina. A los que ya hayaís disfrutado con vuestras vacaciones, fuerza y valor en la vuelta al tajo, y a los que todavía las tienen en el horizonte, ¡mucho ánimo, ya no queda nada! Os dejo con la que ha sido, sin duda, la canción de mis vacaciones (sonaba a todas horas en la piscina, la ponían cada vez que anunciaban alguna actividad). Prometo alguna que otra entrada sobre la grata experiencia de estas vacaciones en Lanzarote, todo un descubrimiento...