Dead Pool Cookies

Por Yoroda
  La de hoy es una entrada dedicada a una personita muy especial que me tiene robado el corazón desde hace exactamente 12 años. Sí, justamente hoy hace 12 años que nació mi pequeñín, que seguirá siéndolo siempre aunque ya esté un poquito más alto que yo.

  Me siento tan orgullosa de él..., y es que aunque con su corta edad haya tenido que pasar momentos muy complicados ha demostrado una fortaleza que aún me asombra. Puede que os sorprenda a quienes leáis estas palabras pero por desgracia mi hijo ha sufrido bullying en el colegio y no es que haya sido algo reciente. Ha sido de manera intermitente, dependiendo mucho de los profesores que tocaran cada curso, lo peor ha sido cuántos lo han consentido e incluso promovido.

  Y mira que yo admiro a los profes, me parece que son una figura de vital importancia en la vida de un niño, o acaso no sois capaces de recordar independientemente de la edad que tengáis a aquel profesor que os dio ejemplo, que sabía enseñar, que os animaba. Y tampoco somos capaces de olvidar a aquellos con los que las clases se hacían eternas o incomprensibles, que nunca tenían una palabra amable y que eran excesivamente estrictos en algunos aspectos.

   Mi chiquitín ha sufrido mucho y nos ha demostrado una madurez que nos ha dejado con la boca abierta muchas veces. Con lo difícil que se lo han puesto siempre ha sabido mantener la calma, aunque fuera el más grande de la clase, no recurriendo nunca a la violencia física. Ha dejado pasar el tiempo y ha encontrado un grupo de amigos de los buenos, de esos que se llevan siempre en el corazón. No ha importado que alguien se cebara con él en sus momento más vulnerables, nunca le ha cerrado las puertas a nadie. Y sabéis lo que más me impresiona? Su capacidad no sólo para perdonar, sino para olvidar, lo más difícil.

  A su padre y a mí se nos cae la baba con él porque es cariñosísimo y muy muy tierno, sus abrazos te hacen sentir único. Y lo que nos reímos con él, cómo a veces con su rostro tan serio puede tener esas caídas tan graciosas.

  Y sus aspiraciones, cada "x" tiempo va cambiando de vocación, que pueda recordar ahora mismo ha querido trabajar de mayor siendo dependiente de una tienda de Lego, estudiar historia, trabajar en Disney en Orlando..., y lo último es que quiere ser director de cine. A ver en qué terminamos.

  En fin cielo, que te queremos con locura toda la familia, que sigues siendo la alegría de la casa a pesar de los pesares y mucho ánimo tesoro, estamos acabando el curso y hay que hacer un último esfuerzo para acabar Primaria, así el curso que viene podrás ir al instituto con tu hermano y vivir una nueva y mejor experiencia.

  Te tenemos preparado un día con muchas sorpresas, así que espero que para ti resulte inolvidable, Muchos besotes cielo!!!