Título original: DeadHeads
Año: 2011
Duración: 95 min.
País: Estados Unidos
Director: Brett Pierce, Drew T. Pierce
Guión: Brett Pierce, Drew T. Pierce
Música: Devin Burrows
Fotografía: Robert Toth
Reparto: Michael McKiddy, Ross Kidder, Markus Taylor
Clasificar esta película seria misión imposible ya que cuenta en su haber con diferentes géneros como el terror, la road movie y hasta la comedia romántica. Se nota desde el principio una firme declaración de intenciones y una gran influencia de la obra de George A. Romero, parodiándolo claramente y a la vez, rindiéndole un sincero homenaje.
Si bien, lo que al inicio se muestra como una comedia terrorífica y súper gamberra, dándonos la sensación de que estamos ante la nueva Zombies Party (2004), poco a poco la historia va perdiendo fuerza y al final se queda en muy poca cosa, fruto de un guión bastante simple e irregular. No me entendáis mal, la película busca entretener, y entretiene, a base de gags desternillantes y de unos personajes, principales y secundarios, realmente pintorescos. Sobre todo la buena interpretación de la pareja protagonista llevada cabo por Michael McKiddy y Ross Kidder, que se entienden a la perfección y hacen que nos pongamos en la piel de unos pobres zombis que huyen de los vivos, ofreciendo una perspectiva muy diferente a lo habitual en este tipo de cine.
Queda reflejada también la gran devoción de los hermanos Pierce por las producciones de no-muertos y con un presupuesto que se nota bastante limitado, han conseguido realizar un film fresco y sorprendente, que divierte y gracias a unos efectos de maquillaje espectaculares, también asusta y crea repugnancia.
Cuando Mike Kellerman recobra el sentido se encuentra solo en el epicentro de un brote zombi y no tarda en darse cuenta que las cosas no acaban de ir todo lo bien que él quisiera. Las balas parecen no afectarle y las hordas de muertos vivientes pasan por su lado sin tan siquiera dirigirle una mirada. Incapaz de asimilar la nueva situación y acompañado en todo momento por Brent y Chesse (dos zetas un tanto peculiares), deciden emprender un peligroso y alocado viaje, en busca de la chica con la que Mike iba a prometerse.
Atípica y desenfadada producción que hará pasar un buen rato a los seguidores del cine de zombis, que no sean demasiado exigentes.
Lo mejor: Los efectos especiales.
Lo peor: El final tan edulcorado.
Firma: Sergio B.