Donald Trump sigue dispuesto a dar batalla, por muy sucia que sea, hasta el final. El candidato republicano ha invitado al hermanastro del presidente Barack Obama, Malik Obama, al tercer y último debate presidencial.
Para Trump la tribuna de invitados no es más que un escenario perfecto para una guerra muy sucia.
Según The New York Times la campaña demócrata ha solicitado para este último debate que se cambie el protocolo de entrada de los familiares de los candidatos, que de este modo ya no se saludarán al comienzo del debate.
Con información de El País y The New York Times.