Debates Románticos (1): El declive de algunas autoras

Publicado el 21 marzo 2012 por Pasajesromantic

Con motivo del Segundo Aniversario del blog hemos decidido actualizar y ordenadar un poco las secciones del blog, que os habréis dado cuenta, están totalmente abandonadas. 
Nace así una nueva sección que se llamará Debates Románticos, en estas entradas hablaremos un poco de temas que nos parecen interesante o que nos hayan llamado la atención sobre el género y esperamos que nos digais que os parece para de esa forma, y como reza el título, debatir. 
En este caso yo os voy a hablar de algo que vengo viendo desde hace tiempo pero quizás en los últimos meses se hace más evidente para mi y es el declive o "bajón" de las autoras de siempre. 
Llevo leyendo romántica adulta cerca de unos díez años y es inevitable tener a autoras favoritas, más entonces que ni de lejos había tanta cantidad de autoras publicadas como ahora. La demanda se reducia a pocas y entre ellas salieron mis indispensables y de las que por desgracia hoy vengo a hablar. 
Comenzaré por Julie Garwood, sin duda esta autora es la reina de las novelas de Highlanders, la mayoría de lectoras románticas nos rendimos ante Honor y pasiónEl secreto, El rescate, Castillos y tantísimas otras. Luego hubo un parón bastante grande donde la autora se dedicó a publicar novelas actuales. 
En el 2008 y después de años de espera respecto a los dos primeros libros de la serie por fin se publicaba La música de las sombras, sin embargo el resultado no fue bueno. Yo particularmente fui incapaz de terminar la novela, me pareció densa, lenta, aburrida y desde luego nada tenía que ver con la autora que yo adoraba. En los foros de romántica la decepción fue la misma que yo sentí. Desde entonces se han reeditado novelas de la autora pero en histórica no se ha publicado nada nuevo, por mi parte no lo espero. 

Por seguir puedo elegir a muchas pero vamos por ejemplo con Julia Quinn, seguramente mi compañera de blog esté ahora mismo alucinando con que haya metido en esta sección a uno de mis referentes románticos pero como se suele decir es imposible tapar el sol con un dedo. 
Conocí a Quinn por la famosísima Familia Bridgerton, una serie divertida, ingeniosa, fresca...en resumen, sencillamente deliciosa. Tras ella comenzaron a salir libros de la autora como churros y aún ahora saca más de tres y cuatro al año, sin embargo su calidad no es ni de lejos la misma. Quinn  nunca se ha caracterizado por novelas profundas, sus historias siempre son sencillas sin artificios pero la "magia" estaba en el humor y a veces emoción que tenían sus obras. 
Esta misma semana Bea nos dejaba la reseña del último libro publicado por la autora El duque de Wyndhman, libro que le decepcionó y que aunque no he leído solo hace reafirmarme en que algo está cambiando. Recuerdo que cuando se estaba publicando la serie de los Bridgerton salía un libro al año o cada dos años y me volvía loca y me desesperaba por conseguir sus libros, los devoraba en horas y luego me quedaba meses de espera. Todo eso se ha perdido por la desilusión de sus últimas novelas.
Como son muchas las autoras de "siempre" de las que tengo que hablar y la entrada se haría eterna voy a dejarlo por hoy y así dosifico la información.
Se que no soy la única que comparto esta percepción sobre las autoras románticas. En los últimos meses he leído en algunas reseñas de compañeras de blog como Historias Susurradas o El blog de Lady Mariam quejas sobre novelas de Lisa Kleypas o Nora Roberts (autoras que saldrán próximamente en esta sección) precisamente porque no tienen la magia o encanto de antaño.
¿Qué está pasando con estas autoras? ¿Son incapaces de escribir historias como las de antes o quizás nosotras como lectoras nos estamos volviendo demasiado exigentes?
Muchas veces he pensado que el éxito de algunas de ellas se les ha subido a la cabeza, y por el simple motivo de publicar X novelas al año no se entregan a escribirlas como antes, sino lo hacen a la carrera, con argumentos repetidos, personajes sin carisma y en definitiva sin ninguna magia. Novelas que me dejan como lectora fría y decepcionada. 
Y dicho esto el debate está servido