Deberes para Educación Infantil durante la cuarentena

Por Elisa Hernández @ElisaHernandezG
El día 12 de marzo, primer día que no podíamos ir al cole, ya había niños haciendo tareas en su casa enviadas por sus maestros. Desde ese día no he parado de dar vueltas al tema. El equipo de Educación Infantil de mi cole inicialmente mandamos unas recomendaciones generales, que nos parecen más que suficientes y ahora estamos teniendo reuniones para ver cómo continuamos ayudando a las familias, dado que se alargará bastante el estado de alarma. No tenemos muy claro qué mandar, ni cómo, ni siquiera exactamente sabemos por qué... Pero quiero compartir las ideas sobre las que estoy pensando estos días.
Los maestros somos insustituibles. Como muchos otros profesionales. Con los "deberes" que se mandan desde el cole para esta etapa no está asegurado el aprendizaje de los contenidos que con metodologías específicas abordamos en las aulas. Creo que las tareas o sugerencias pueden ser un acompañamiento a las familias, que necesitan contacto con alguien externo, o una guía para hacer algo recomendado por un profesional. Pero no son la vía de aprendizaje de todo lo que se trabajaría en la clase en condiciones normales.
La profesión de los maestros está muy poco reconocida socialmente, menos aún la de los de la especialidad de Educación Infantil, precisamente una de las más determinantes en la personalidad del niño y en su futuro escolar y social. Esta puede ser una buena oportunidad para ponerla en valor.
Pero aunque no estemos con ellos en la clase, hay dos buenas noticias. La primera es que, a pesar de esta trascendencia, la vida escolar es tan larga, que 3 meses para un niño de 3, 4,5 ,6 años, no son NADA.
Y la segunda es que los padres y madres tenemos en nuestras manos algo que también es imprescindible para los niños: TIEMPO. Sé que tenemos que teletrabajar, cocinar, limpiar y a veces hasta hacer deberes del cole. Parece que ni siquiera ahora que no salimos tenemos mucho más tiempo libre para estar con nuestros hijos. Pero creo que a pesar de todo ello, les hemos hecho un favor enorme parando durante 3 meses esa frenética vida social y cultural a la que están sometidos: cumpleaños, casas rurales, quedadas con amigos , cuentacuentos, bibliotecas, teatros, parques de bolas... . Actividades de tiempo libre que al final dejaban a los niños sin SUFICIENTE tiempo libre. Actividades que están bien en su justa medida pero que solían juntarse y convertían el fin de semana en "venga, vamos, que hemos quedado", "nos tenemos que ir a...", "van a venir a casa..". Y cuando el niño empezaba a desarrollar su juego, teníamos que cortarlo para hacer otra cosa que probablemente para él no era primordial en se momento.
Que un niño pueda decidir qué hacer con su tiempo, a qué jugar; es indispensable para desarrollar la autonomía, la creatividad, la autoestima. Y terminar sin interrupciones ese "proyecto" que comenzó en su cabeza, es muy importante para que desarrolle la capacidad de plantearse metas y concentrarse hasta terminarlas. Mucho más imprescindible que cualquier ficha.
Y en cuanto a los días de diario, qué enorme suerte que por fin se queden sin extraescolares tres meses. Pueden merendar con calma, jugar después, bañarse a costa de menos enfados, poner la mesa para cenar,... En definitiva, tenemos algo más de tiempo para fomentar su autonomía, prerrequisisto esencial para cualquier otro aprendizaje. No imaginéis estas situaciones de forma idílica. Habrá peleas, gritos, tambien prisas (menos). Habrá de todo lo de antes, pero la sensación para los niños será diferente porque estamos ahí, están con nosotros y tiene la oportunidad de vernos también jugando, dedicándoles tiempo que en situaciones normales no tenemos.

Ese tiempo crea un vacío en las familias. Y agobia, porque estar sin salir de casa por obligación, sin un final determinado y preocupados por la salud de los que nos rodean, es agobiante. Pero sinceramente creo que tenemos en nuestras manos la mejor de las oportunidades para jugar y crear un vínculo que cuando esto pase, quedará más grabado en el niño que cualquier actividad mandada por el cole.
Además, en nuestra cultura familiar hay juegos tradicionales para los que nunca hay tiempo o que se los han "comido" las pantallas. En ellos intervienen conceptos matemáticos, destrezas motrices y reglas que hay que respetar.  Y nos vamos a ver en la obligación de sacarlos porque son muchas horas por delante. Qué bien que no se pierdan y que aprovechemos para recordar juntos de quien los aprendimos. Y de paso, hablar con nuestros hijos de nuestro pasado, del pasado de su familia, contarles historias, ver fotos... Oportunidades para desarrollar el lenguaje oral.
Y por último, si estamos por casa, disponibles, habrá más ocasiones para que los niños pregunten y sus preguntas nos hacen aprender a todos. Hoy mi hijo me ha preguntado que a qué edad se deja de tener miedo. Y lo que he pensado es "Ójala siempre sientas que tengo suficiente tiempo para responder a tus preguntas".
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Me despido dejando un acompañamiento para aquellas familias que lo necesiten. Yo no veo claro que se necesite mandar tareas escolares así que con mucho esfuerzo he retomado el canal de You Tube para contar algún cuento. Creo que no hay nadie mejor que un padre o una madre para contar un cuento a sus hijos. Pero siento que puede haber familias que, mientras dure esta situación, necesiten saber que alguien piensa en ellas y en los niños con los que llevábamos compartiendo ya seis meses. Con muchos defectos pero mucho cariño, para vosotras es.