¿debo cambiar de banco? 3 señales que lo confirman

Por Finproyectos @FinProyectos

Cambiar de banco, aunque sea para algunas difícil de creer, no es una decisión sencilla. Ya sea por tradición, costumbre o por la influencia de las estrategias de mercadeo o publicidad; las personas tienden a permanecer en una institución financiera por un tiempo relativamente largo. Y quienes van cambiando de entidad bancaria con frecuencia, probablemente también muestran este tipo de comportamiento en otros aspectos cotidianos de su vida.

Sin embargo, existen tres señales a las que tenemos que prestarles atención; porque estas nos sugieren que debemos cambiar de banco, a otra institución que satisfaga mejor nuestras necesidades como clientes.

Es por esta razón que vamos a hablar sobre cómo identificar aquellos indicios que nos invitan a reflexionar sobre la permanencia o no dentro un banco; para entonces tener los elementos de juicio necesarios para tomar una decisión en caso de querer hacer un cambio de institución financiera.

En esta entrega veremos:

¿Cambiar de banco sí o no? Señales que confirman cambiar de banco Señal No. 1: Cambios bruscos en los términos acordados Señal No. 2: Opinión de expertos(as) Señal No. 3: Incumplimiento de tus objetivos

Basado en mi experiencia, y en las historias de las personas que asesoro, por lo general, lo que mueve a una persona a cambiar de banco son las molestias. Algo "x" pasó, o ha estado pasando, que no fue de satisfacción y, en un momento emocional, usualmente de ira, la persona toma la decisión de "cerrar todas las cuentas" con esa institución bancaria e irse a otra.

Este tipo de acciones, aunque son válidas, por las circunstancias que la envuelven puede que no necesariamente sea la más acertada, porque el enfoque que se le está dando a dicha decisión es sobre la base de una emoción que, aunque puede estar acumulada por una serie de eventos, no deja de ser una emoción.

Y en lo relacionado a los temas del dinero, en la medida de lo posible, se sugiere separar la razón de la emoción momentánea. Porque las emociones son pasajeras y situacionales, sin embargo la razón, en cierta medida, permanece.

En ese sentido, la decisión de cambiar de banco debe venir partiendo de un análisis en donde se tomen en cuenta variables que puedan ser medibles. Esto no quiere decir que tienes que estar en una institución bancaria que no te sientas cómodo(a), sino que, más allá de tu comodidad está tu objetivo. El propósito por el cual estás en tal o cual institución, y si el mismo se está cumpliendo, entonces eso debería generar un estado de comodidad y satisfacción para ti.

A todo esto, existen tres señales que confirman o soportan la acción de cambiar de banco, que debes tomar en cuenta. Porque representan rumbos distintos a los planteados, por lo tanto, difieren de tus objetivos.

Señal No. 1: Cambios bruscos en los términos acordados

Tienes que partir de que la relación con una institución financiera es comercial. Por lo tanto, implica que ambas partes, desde sus respectivas perspectivas, obtengan beneficios. En otras palabras, tú eres importante para el banco, como el banco es importante para ti. Lo que significa que, en términos de acuerdo, no debería haber cambios bruscos sin notificación o sin una explicación.

Esta práctica se puede ver con cierta frecuencia en algunas entidades bancarias, las cuales cambian la manera en que inicialmente se acordó, sin que el/la cliente(a) lo sepa de antemano. Y el fundamento para esto son las letras pequeñas del contrato que firmaste, en donde se te explica que ellos (el banco) "pueden hacer ciertas modificaciones a partes o a la totalidad del acuerdo antes pactado sin previa autorización del cliente".

Y, aunque efectivamente firmaste eso, dentro de la nueva gestión empresarial el cliente es el centro de toda la operación, por lo tanto, la comunicación es vital.

De manera que si notas esos cambios bruscos, como por ejemplo, que tengas un préstamo a una tasa de interés de un 15% y de buenas a primera sube a 20% sin ningún tipo de explicación, entonces esta es una señal para que ponderes otras alternativas bancarias.

Estos y otros cambios, como los ciclo de pagos, o cargos por servicio, que no te notifiquen, representan enfoques de una relación comercial que no es sana (en donde ambos sale beneficiados), sino en cómo esa institución puede conseguir mayores beneficios a toda costa.

De manera que debes estar muy atento(a) a estos cambios, que en ciertos casos pueden ser sigilosos, es decir, que el aumento del 15% al 20% lo hagan de manera paulatina pero en el corto plazo. Lo importante es que estés pendiente de lo que está sucediendo con tu relación comercial. Ya que estos cambios pueden representar una alerta en la que tengas que ponderar cambiar de banco.

Señal No. 2: Opinión de expertos(as)

La ventaja de esta era de la información en que vivimos, es que nos permite recibir insumos valiosos de diferentes fuentes especializadas, como son asesores(as) en el área financiera, prácticamente a un clic de distancia.

Es por esto que cuando estas personas emiten opiniones no favorables respecto del comportamiento de la entidad bancaria a la que perteneces, entonces esta es otra señal que debes tomar en cuenta para sustentar tu decisión para cambiar de banco.

Por lo general de las instituciones financieras fuertes y sólidas no se habla mucho. De hecho lo usual que se comenta de ellas, es de los resultados que han tenido durante un período determinado, cuando son positivos. Por lo tanto, cuando veas que varios(as) expertos(as) se enfocan en el banco al que perteneces, tratando temas de debilidades sistemáticas, entonces probablemente algo está pasando. Y esto debe llamarte la atención.

No obstante, existan opiniones contrarias a las de un conjunto, el punto básico para tu decisión deben ser los argumentos que cada uno(a) de estos(as) expertas(as) expongan sean partiendo de un razonamiento lógico, que te haga sentido y lo desarrollen con fundamento. Es decir, no solo porque lo diga un(a) experto(a) o grupo de ellos entonces, es una verdad absoluta. Sino que es poco probable que tantas personas conocedoras del tema emitan juicios de valor con fundamento y que estén, al mismo tiempo, equivocadas.

Por lo tanto, la invitación y sugerencia con esta señal es a que le prestes atención a lo que dicen quienes tienen experiencia en el mundo bancario. Tomes y dejes lo que te conviene y partiendo de tus conclusiones entonces tomes una decisión.

Señal No. 3: Incumplimiento de tus objetivos

La tercera señal, y quizás la más importante de todas, para cambiar de banco es el incumplimiento de tus objetivos. Es decir, cuando el banco al que perteneces ya no satisface parte del plan financiero que estás llevando a cabo.

¿Cómo se entiende o digiere esto?

Si por ejemplo tienes un certificado financiero o de depósito, y notas cómo otras instituciones con iguales fortalezas aumentan las tasas y el tuyo no, siendo tu objetivo generar cierto nivel de liquidez; y ves que al pasar del tiempo esto es una conducta repetitiva de esta institución bancaria, entonces dicho banco no está concorde a tus necesidades. Por lo tanto, puedes ponderar buscar otras alternativas viables para ti.

Pero esto no solo aplica a inversiones, sino a cuentas de ahorros, o tarjetas de crédito, etc. Cuando el banco no logra cubrir la cuota que le has asignado para el cumplimiento de tus objetivos entonces esto es una señal de que debes cambiar de banco.

Recuerda que al final del día esta es una relación comercial en donde ambos deben salir ganando, y usualmente las instituciones financieras ganan, por lo tanto, tú también debes ver que tus expectativas y necesidades sean satisfechas partiendo de los objetivos que te has planteado alcanzar.

Cambiar de banco no es una decisión sencilla y en la medida de lo posible es mejor no tomarla partiendo de un enojo, o de una situación de desconformidad momentánea. Es prudente tomarla con raciocinio; ponderando cada una de las variables que afecta tus objetivos y si coinciden en que debes cambiar de institución, entonces puedes buscar otras alternativas.

No obstante, existen tres señales que seguro debes tomar en cuenta a la hora de hacer tu análisis. La primera son cambios bruscos en los términos acordados, luego la opinión de expertos(as) y por último, y por sobre todas las cosas, el incumplimiento de tus objetivos. Cuando estas tres señales convergen entonces es tiempo de cambiar, si no, entonces quizás todo sea una molestia momentánea que quizás puedas solventar con el pasar del tiempo.

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