Ayer por la mañana y para que el niño no estuviera todo el día en casa nos acercamos al Templo de Debod. Es un templo que fue regalado a España por Egipto en el año 1968. Es un sitio muy bonito y esta dentro de un parque precioso, el Parque del Oeste. A los que vivís en Madrid si no habéis ido nunca os lo recomiendo.
A niño le gusto tanto el templo que no había forma de llevárnoslo de allí, ni siquiera sobornandole con ir a los columpios. Al final le convencimos y nos fuimos a unos columpios que hay justo al lado y donde estuvimos hasta la hora de comer.
En el restaurante que comimos le regalaron un globo que como era previsible salió volando en cuando pisamos la calle. El globo se quedo enganchado en un toldo como a unos 15 metros del suelo y mi hijo quería que se lo cogiéramos. Le dije que no podía ser porque estaba muy alto y mirándome con cara rara a la vez que subía los brazos y encogía los hombros me suelta: " pone una escalera". ¿Lógico no? Si es que a veces se me olvida lo fácil que son a veces las cosas y me lo tiene que venir a recordar un enano que acaba de cumplir los dos años.