Décimas de chiste

Por Miguelmerino

A la puerta de un convento,

una señora un buen día,

llamó con toque contento.

¿Es verdad, hermana mía,

qué con un Ave María

quedo preñada aquí dentro?

Pase usted con alegría

que enseguida se lo cuento:

no es con un Ave María,

que lo hace un padre nuestro.

 

 

Mire usted señor doctor:

yo llego bien al primero,

al segundo, con dolor,

y ya no llego al tercero.

Y a sus noventa febreros,

¿Qué pretende conseguir?

¿Poner su record en libros?

Lo que yo pretendo y pido

es hasta el cuarto subir,

pues es allí donde vivo.

 

 

En la clase, un profesor

de mates, con gran cariño,

examinaba a un chiquillo:

A ver, si en el pantalón,

en uno de los bolsillos,

tienes un euro con brillo

y en el otro, tienes dos,

¿qué tienes, dime, Pepiño?

¡El pantalón de otro niño!

Respondió raudo y veloz.