Hace ya diez años que un demonio abrió la puerta de este reducto (ver enlace), y dio la casualidad de que no se trataba de la entrada al infierno sino al paraíso. Diez años después otra criatura más o menos malévola viene a celebrar el inicio de esta andadura. Se trata de un Hobglobin, que se podría traducir como un duende feo y pequeño con ganas de causar problemas. Yo diría que es una criaturilla con ganas de tocar un poco las narices y que me viene al pelo para conmemorar el espíritu de este espacio.Si bien el blog comenzó con esa idea de expresar opiniones sobre temas de mi gusto, con el tiempo fue degenerando, o más bien transformándose, en una tribuna donde a la par de hablar de lo que me gustaba, se iba formando un recuerdo de mi andadura vital. No sé cuando llegué a la conclusión de que no merecía la pena criticar y mostrar lo que no me gustaba y emplear ese tiempo cada vez más escaso que dedicaba a su creación, en apoyar lo que realmente tenía valor según mi experiencia.Y en esta linea voy a seguir, porque me he dado cuenta de que detrás de mí vienen un par de criaturillas (un poco duendes también) a los que puede que les venga bien leer las batallitas y andanzas que por aquí voy contando. Con unas se reirán, otras les harán pensar y otras les sonarán a auténtica tontería. La cuestión es que dejen un poso que quizás en algún momento de sus vidas puedan aprovechar.Y como este Hobglobin viene acompañado de exquisita cerveza, no puedo hacer otra cosa que brindar por todos vosotros, lectores asiduos u ocasionales, como agradecimiento por vuestras agradables visitas. Que así sea y siga siendo por muchos años.